martes, 20 de octubre de 2015

Sumisión y Sujeción, desde antes de la fundación del mundo!



“Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor” Efesios 5:21-22
Cuando hablas de la sumisión que una mujer debe tenerle a su esposo en este siglo, no se hacen esperar las voces que te tachan de machista, retrógrada, anticuada y demás. Y no me refiero a un contexto secular únicamente, porque tristemente en nuestros países latinoamericanos tenemos tan poco conocimiento escritural y estamos tan bombardeados de tendencias liberales en la iglesia, que también nos cuesta comprenderlo.
Por eso quiero que veamos que significa la palabra sumisión, en el contexto bíblico, para que seamos enriquecidas y podamos vivir la palabra realmente.
Cuando pensamos en sumisión, sujeción o subordinación, siempre pensamos en una posición inferior, consideramos que aquel que se somete o está subordinado, está bajo la autoridad de una persona, porque no tiene los mismos privilegios, capacidades o posición. Pero allí es donde comienza nuestro error, pues no podemos ver la palabra sumisión o subordinación como lo hace nuestra cultura, ya que nuestra perspectiva siempre debe ser bíblica.
Debemos comprender que los papeles establecidos para el hombre y la mujer en la iglesia y en la familia, no son prejuicios culturales, son principios bíblicos. Y negar estos principios, seria negar la autoridad y veracidad de las escrituras.
Ni el hombre es superior a la mujer, ni la mujer es superior al hombre, ante Dios los dos son iguales en importancia, iguales en su ser. (Gálatas 3:28-29)
La escritura siempre nos presenta figuras cotidianas que representan verdades espirituales, es el caso del matrimonio, por ejemplo, que nos señala el amor de Cristo por su iglesia; de esta misma manera el principio de autoridad y sujeción entre el hombre y la mujer refleja una verdad superior que trasciende a la relación entre los géneros, y esta es la relación entre las personas de la Trinidad.
Entre los miembros de la trinidad vemos una relación perfecta de sometimiento, sumisión y sujeción; todos sus miembros son iguales en importancia, naturaleza, atributos y  merecen la misma gloria y honor; pero también vemos que cada uno tiene un rol o papel diferente que desempeñar en cuanto al plan de redención:
El Padre envió a su hijo para ser el autor y consumador de ese plan perfecto llamado redención (Juan 3:16), el hijo siendo igual en gloria y honor, se despojó de todo ello (Filipenses 2:7) para encarnarse y llevar a cabo el plan de su padre.
Durante todo su ministerio Cristo nos dejó en claro que su propósito era hacer la voluntad del padre (Juan 4:34), siendo El Dios mismo, siempre estuvo sujeto al Padre y siempre se deleitó en hacer su voluntad (Juan 6:38).
El Espíritu Santo, vino a ser el consolador, vendría enviado en nombre de Cristo (Juan 14:16), su papel seria recordar las palabras de Jesús, consolar, confortar (Juan 14:16). El mismo sería la garantía de las promesas del Padre y del Hijo.
En la persona de la Trinidad, vemos que el hijo esta sujeto al Padre y que el Espíritu Santo está sujeto al Padre y al Hijo. Podríamos decir entonces, que ¿el Espíritu Santo es inferior al Padre y al Hijo?,  ¿No declara la escritura que la trinidad es Dios en tres personas?
Si la Trinidad nos proporciona un claro ejemplo de lo que son los roles, la sujeción, la sumisión voluntaria y el importante papel que tiene cada uno de sus miembros, ¿Por qué hemos de menospreciar entonces los roles dados al hombre y a la mujer?
El papel del varón es el de cuidar, amar y sustentar a su esposa, así como Cristo lo hace con la iglesia, él tiene el papel de dirigir, guiar, enseñar, no solamente en su hogar sino también en la iglesia. Es un rol que demanda mucha responsabilidad y por lo cual él será llamado a rendir cuentas, pues es Cristo mismo la cabeza del varón; o acaso ¿Olvidamos que el Señor se dirigió primero a Adán, aquel día nefasto en el Edén?
En tanto, el papel de la mujer es el de apoyar al varón, cuidar y enseñar a sus hijos. Su función es cuidar, sostener, amar.  Ella tiene un papel como el de Cristo en la trinidad pues está sujeta a su esposo, pero también es ese soporte y consuelo, como lo es el Espíritu Santo.
No debemos olvidar que la caída tuvo efectos devastadores en todo cuanto conocemos, en todo cuanto fue creado, por eso mismo, estas relaciones que fueron concebidas para dar un orden y armonía a la humanidad hoy las vemos empañadas y quebradas como consecuencia del pecado.
Hoy vemos que muchos hombres no quieren tomar su papel de autoridad, de liderazgo y otros quieren hacerlo por la fuerza, menospreciando y maltratando a la mujer; nosotras a su vez queremos luchar por ese papel de autoridad a toda costa, ese espíritu rebelde del Edén, nos acompaña y nos impide someternos en amor a nuestros esposos y al orden y autoridad de la iglesia.
Pero esto no quiere decir que ese efecto devastador del pecado deba seguir acompañándonos, pues en Cristo somos una nueva creación, él ha hecho todas las cosas nuevas.
Así que vivamos como nos enseña el Señor a través del apóstol Pablo permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la santidad (1 Timoteo 2:15) vivamos como mujeres que aman la piedad, que entienden y honran el plan perfecto de Dios para la familia y la iglesia, seamos ese reflejo glorioso del amor que no se envanece y que no busca lo suyo, dejemos de buscar nuestra propia gloria y busquemos la gloria de Dios, pues El a su tiempo se encargara de que ¡Sean reconocidos sus logros, y públicamente alabadas sus obras! (Proverbios 31:31)

**Escrito para MujerIdonea.com

domingo, 13 de septiembre de 2015

Que significa realmente, Ayuda Idónea?



Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada. Génesis 2:18
Muchas veces hemos leído y escuchado el término ayuda idónea, pero realmente entendemos qué significa?
La Real Academia de la lengua define “idóneo”, como algo adecuado y apropiado para algo.
¿Qué quiso establecer el Señor entonces, cuando nos creó y determinó que haría para Adán una ayuda Idónea? la palabra hebrea usada por Dios para describir el objetivo de la creación de la mujer es “Ezer Kenegdo” que literalmente puede traducir, ayuda divina que esta frente a él;  en diferentes versiones bíblicas encontramos que esta traducción se interpreta como: ayuda adecuada, ayuda idónea, ayuda ideal, ayuda a su medida, capaz de ayudarlo y ser como el, que este delante de él.
Todas esas traducciones y definiciones nos permiten ir armando un cuadro mucho más completo del maravilloso significado que tiene esa palabra.
Para nosotras las mujeres, entender claramente su significado, representa no solo entender nuestro origen sino nuestro propósito.
La escritura comienza narrándonos la creación de todo cuanto conocemos, Dios por medio de su palabra creó todas las cosas, El habló y fueron hechas; pero con el Hombre ocurrió algo diferente, Dios se tomó el trabajo de formarlo con sus manos y soplar aliento de vida sobre él. Dios preparó un lugar hermoso y propicio para el hombre, lo llenó de animales, vegetación, sol, luna y estrellas y vio Dios que todo aquello que había creado era bueno en gran manera, entonces, en su perfección trina decide crear al hombre, no de cualquier manera sino a su imagen y semejanza, creado no solo para que fuese un mayordomo en la tierra sino para que tuviera una relación con El.
Hombres y mujeres somos fruto de esa creación divina.
El Génesis nos relata el proceso de la creación, y constantemente nos deja ver la expresión: “vio Dios que era bueno..” Pero en el momento en el que Dios crea al varón, surge un gran contraste con esta expresión, pues Dios dice: “No es bueno que el Hombre esté solo, y en ese momento decide crear un ser que le complemente, que sea de su misma naturaleza, con la misma importancia ante sus ojos, pues no solo ordena que exista sino que también se toma el trabajo de crearla, Dios conduce a Adán a un profundo sueño y entonces de su costilla forma a la mujer; de toda la creación con ningún otro ser Adán tendría una relación más importante e íntima que con Eva, el hombre no debía estar solo y por eso Dios le había dado esta compañera.
Hay una gran riqueza en entender la profundidad del versículo 18 del Génesis 2, pues saber quiénes somos y de dónde venimos es lo que realmente nos da identidad, no necesitamos sentirnos identificadas con nada diferente que con el propósito perfecto de Dios de darle gloria, Dios se tomó el mismo precioso trabajo de crearnos tanto a los hombres como a las mujeres, a cada uno de una manera especial, Adán fue formado del polvo de la tierra y Eva fue formada de Adán, los dos son una unidad perfecta, diferentes personas, con diferentes roles, pero una completa y perfecta unidad, así como lo es la trinidad en sus tres personas, Padre, hijo y espíritu Santo.
Cuando vemos entonces, la grandeza de nuestra creación, tenemos clara nuestra identidad. saber quién soy yo no me pone en competencia con mi entorno, ni me inquieta ni me amenaza, sencillamente puedo gozarme en el propósito para el que fui creada, tener una relación con Dios y darle Gloria, es precisamente esa relación con Dios la que no permite que nos confundamos respecto a nuestra relación con los otros.
¿Entonces somos una creación idónea o adecuada para qué?
La respuesta es corta y sencilla: idónea o adecuada para reflejar la Gloria de Dios en cada área de nuestra vida, El Señor nos dotó de todo cuanto necesitamos para cumplir este propósito: nuestra sensibilidad, tenacidad, resistencia, fortaleza, dulzura, perseverancia y demás, hacen de nosotras no solamente ese complemento perfecto para el hombre sino que somos el complemento perfecto en el plan de Dios.
Sea cual sea la etapa de tu vida en la que te encuentres, soltera, casada, con hijos, joven, anciana, recuerda que tu propósito es darle gloria a Dios con tu relación con tus semejantes reflejando todo eso que es El; gózate en ser una mujer conforme a la Palabra, recuerda que no estás en el mundo por azar y que el papel que Dios diseño para ti es el más importante que puedes desempeñar, gózate y hónralo siendo hija, hermana, amiga, madre, esposa, sierva; vive para darle gloria, deléitate en su palabra, permite que ese sea el verdadero espejo en el cual deseas mirarte a diario, no busques tu identidad en una pantalla de tv o en un perfil de Facebook, no determines tu valor por el número de likes que tienes, por la tersura de tu piel, o por los títulos o cargos que puedes tener.
Busca tu esencia en Dios, mira al varón no como tu competencia o como tu desafío, sino como tu complemento, sométete a el no como un acto de resignación, sino como un acto de perfecto amor entendiendo que en esa hermosa relación que es el matrimonio, es donde más se refleja la semejanza a Dios, pues dos personas diferentes se hacen una sola ante los ojos de Dios.
Espero que ahora puedas comprender mejor el grandioso significado de la palabra idónea, y que te empeñes día a día en vivir siendo esa ayuda adecuada, ayuda ideal!!
**Escrito para www.mujerIdonea.com

lunes, 24 de agosto de 2015


EL PRINCIPIO BÍBLICO DE LA IMAGEN DE LA MUJER DE DIOS

Este es un tiempo en el que tristemente el mundo ha permeado ampliamente la iglesia, los roles establecidos por Dios se han violado al son de la modernidad y el cambio de los tiempos, como si la escritura fuese un libro que debiera ser actualizado conforme al paso de los años.

Mucho se ha discutido sobre el papel de la mujer en la iglesia y la familia, pero hoy quiero hacer énfasis en un aspecto que no pierde vigencia en el tiempo, y es el principio moral que nos ofrece la escritura sobre nuestra forma de vestir, como debe verse una mujer cristiana? acaso no es importante que se vea una amplia diferencia entre el vestir, de una no creyente y de una mujer que profesa tener a cristo como Señor?

Por eso hoy quiero compartir este breve fragmento del comentario a las epístolas Paulinas que realizo Juan Calvino, pues aunque su lenguaje pudiese sonar un poco crudo es actual y real, en cuanto a la imagen que debe proyectar una mujer Cristiana:

"En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios" 1 de Timoteo 2:9-10 NVI


Pablo trató de aprovechar la oportunidad para corregir un vicio al cual casi todas las mujeres se inclinan, ya que en Éfeso, siendo una ciudad de mucha riqueza y mercaderías, abundaba especialmente. 
El vicio es el de la excesiva avidez y deseos de vestirse lujosamente. Él desea, pues, que su forma de vestir sea regulada por la modestia y la sobriedad; porque el lujo y los gastos inmoderados emanan de sus deseos de exhibición, ya sea por causa del orgullo, o por haberse apartado de la castidad. 
Y de aquí debemos sacar la norma de moderación; porque, ya que el asunto de vestir es cosa pasajera (como son todas las cosas externas), es difícil fijar un límite, para saber hasta dónde podemos llegar. 
Los gobernantes pueden ciertamente hacer leyes, por medio de las cuales el furor por los gastos superfluos puede restringirse hasta cierto punto; pero los maestros piadosos, cuya misión es guiar las conciencias, deben tener siempre presente el fin de los usos lícitos. Esto al menos deberá solucionarse indiscutiblemente: que todo lo relacionado con el vestido que no esté de acuerdo con la modestia y la sobriedad tendrá que rechazarse.

Sin embargo, debemos siempre comenzar con las disposiciones; porque donde reina el libertinaje, no habrá castidad; y donde reina la ambición, no habrá modestia en el vestido externo. Mas por cuanto los hipócritas comúnmente se valen de todos los pretextos que pueden encontrar para ocultar sus perversas inclinaciones, nos vemos obligados a señalar lo que observamos. Sería mucha bajeza negar lo apropiado de la modestia como el adorno peculiar y constante de las mujeres virtuosas y castas, o el deber de todas de observar la moderación. Todo lo que se oponga a estas virtudes no podrá justificarse. Pablo critica expresamente ciertas clases de superfluidad, tales como el pelo rizado, las joyas y los anillos de oro; y no es que prohíba expresamente el uso del oro o de las joyas, sino que, siempre que se exhiben de manera ostentosa, por lo regular traen consigo otros males que he mencionado, provenientes de la ambición o de la falta de castidad. 
Porque indudablente el vestido de una mujer piadosa y recatada debe ser diferente al de una ramera. Lo que él establece son marcas de distinción; y si la piedad ha de testificarse con las buenas obras, esta virtud tiene que hacerse visible en castidad y vestidos decorosos.

**Tomado de Comentario a las Epistolas Paulinas JUAN CALVINO

jueves, 13 de agosto de 2015

CRECIENDO ESPIRITUALMENTE


La vida Cristiana a veces pareciera segmentarse en diversas partes, y no ser un todo completo como debería ser, si bien es cierto que en esta época nos desempeñamos en distintos roles, nuestra vida cristiana debe ser una constante, debe ser nuestra única cara, la escritura debe ser nuestra única guía, nuestro norte y la santificación nuestra meta.
El llamado del cristiano desde el principio de los tiempos ha sido la santidad y ser como Cristo, pero muchas veces nos conformamos con cambiar ciertos aspectos de nuestra cotidianidad, pero no nos esforzamos en prepararnos diligentemente para esa carrera que debemos recorrer mientras estemos en vida.
Por eso quiero dejarles 4 aspectos que son importantes y en los que debemos trabajar ardientemente en esta madurez espiritual que todo creyente debe tener:


1. El fruto del Espíritu
“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” Gálatas 5:22-23
Muchas veces medimos nuestro crecimiento cristiano por cosas externas, que si bien en un primer momento son las que determinan los buenos pasos que estamos dando, no necesariamente son un buen termómetro para medir nuestro crecimiento espiritual.
A que me refiero con esto, a que muchas veces los creyentes se conforman con apagar el cigarrillo, dejar la bebida, las malas palabras, pero todo crecimiento se queda estancado allí, en lo externo y no vamos más allá al interior de nuestro pecaminoso corazón, que es el que hay que desyerbar a diario, abonar y regar, para producir esos buenos frutos de los que nos habla la escritura en Gálatas 5:22-23
Como manejamos entonces la ira? Estamos cultivando un espíritu de mansedumbre y templanza? O seguimos perdiendo el control con facilidad?
Realmente estamos amando a nuestro prójimo? Ante una situación difícil perdemos el control de nuestro ser y caemos en la tristeza, depresión o desespero? O sabemos vivirla como nos enseña Santiago 1:2-4 con el gozo y la convicción de que todo está en control de Dios y tiene un propósito para nuestro crecimiento?
Estos son los aspectos que realmente debemos evaluar diariamente, y no para conducirnos a una carrera que solo alimente nuestros egos, tratando de ser los más “espirituales” o que nos desmotive cuando veamos que aun algunos inconversos reflejan mucho más estos frutos que nosotros que estamos llenos del Espíritu santo, no podemos olvidar que sus frutos hacen parte del esfuerzo humano, y que los frutos que nosotros debemos producir han de ser el resultado de la obra del Espíritu santo en nosotros.
Porque el propósito como cristianos es que ese crecimiento que tengamos sea para la gloria de Dios y la expansión de su reino, así que todo fruto y todo don que el Señor nos regale, debe ser usado para su obra, y para su gloria.

2. El amor
“Vuestro amor mutuo será el distintivo por el que todo el mundo os reconocerá como discípulos míos”. Juan 13:35 BLP
Una marca indeleble ha de ser la que nos una y la que nos haga diferentes ante el mundo, el amor.  Y este es un punto realmente importante en una época como la nuestra, ya que la palabra amor, se ha vuelto subjetiva y  volcada a las emociones.
Hoy vemos que el lobby gay habla en pos del amor, en pos del amor proclaman su derecho a un matrimonio igualitario y a la adopción infantil; en pos del “amor” los cristianos somos censurados y perseguidos porque no avalamos esas conductas; Y hoy las parejas se aman perdidamente para al día siguiente haberse olvidado.
Pero el amor que Cristo nos mostró, que cristo vivió para con nosotros, es un amor diferente, un amor escandaloso como lo define Juan 13:1; y es que así como no existe tal cosa como un cristiano carnal, tampoco existe un cristiano que no ame, pero allí es donde el mundo podrá entender que es el amor, pues el amor no depende de emociones ni sentimientos, depende de convicciones y principios, el amor debe ser desinteresado, benigno, sin envidias, sin orgullo, debe ser un amor paciente, bondadoso, que ponga al otro como más importante.
1 de Corintios 13 nos da una instrucción precisa y detallada sobre cuál es el verdadero amor, cual es esa marca indeleble que nos debe distinguir a todos los cristianos, ese es el verdadero amor que impacta y conmueve al mundo, pero que muchas veces dejamos a un lado.
La iglesia moderna debería tocar al mundo a través de dos aspectos de vital importancia, la predicación fiel de la escritura y los ministerios de misericordia dentro y fuera de la iglesia, el mundo necesita escuchar una iglesia fiel y recibir su abrazo; y allí en esa figura de voz y brazos extendidos, vemos en acción el complemento perfecto de los roles de hombre y mujer en el ministerio y para servir al mundo.

3. La esperanza
“Esta esperanza es un ancla firme y confiable para el alma; nos conduce a través de la cortina al santuario interior de Dios” Hebreos 6:19 NTV
Esperanza no es lo mismo que anhelos o deseos, esperanza es una certeza, una convicción, una verdad, y esa verdad no es otra que nuestra redención, la escritura y sus promesas apuntan a ese maravilloso plan constituido desde antes de la fundación del mundo.
Y no es que como cristianos no podamos anhelar el favor de Dios para esta vida, pero no podemos centrarnos en ello.
Nuestras vidas deben vivirse con sumo gozo, a pesar de las dificultades que nos presente la vida, esto parecería imposible a nuestros ojos, pero cuando conocemos las promesas de la escritura acerca de nuestro futuro y nuestro destino eterno, no debería haber nada que sobrepasara el gozo de saberlas ciertas.

4. La oración
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” Efesios 6:18RV
La forma en la que el Señor determino que podríamos comunicarnos con él es a través de la oración, él nos habla por medio de su Palabra, y nosotros podemos acercarnos a él por medio de la oración.
Es precisamente allí en la oración, donde podemos recibir el consuelo y el abrazo de Dios, también es la forma en la que vaciamos nuestro corazón y nos recargamos de todo su amor y recordando una vez más la certeza de sus promesas y de su plan divino.
Para orar no requerimos protocolos elaborados ni frases estructuradas que difícilmente mostraran lo que hay dentro de nuestro ser, solo debemos acercarnos al padre con reverencia, entendiendo que nos estamos dirigiendo al rey del universo, y que nosotros solo somos parte de su creación.
El modelo principal de oración lo  da Jesucristo mismo en la oración que común mente llamamos padre nuestro, allí encontramos factores importantes como la confesión, la adoración, acción de gracias y  perdón.
El día a día puede muchas veces absorbernos de tal manera que olvidemos la importancia de la oración, este mundo que se mueve tan rápido y donde pareciera que todas las cosas se pueden obtener casi inmediatamente nos llevan  a pensar muchas veces que la oración es vana, pero allí hay un peligro inminente, pues la oración es un arma necesaria para el crecimiento cristiano, necesitamos constantemente estar en esa comunión e intimidad con Dios, abrirle nuestro corazón, derramar a él todos nuestros miedos, angustias, anhelos.

No hay forma de conocer y disfrutar a Dios realmente sino a través de las herramientas que tenemos para comunicarnos con él, las cuales son Su Palabra y la oración.

lunes, 22 de junio de 2015

SEMBRANDO EL EVANGELIO EN EL CORAZON DE NUESTROS HIJOS


“Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido”
2 Timoteo 1:5

Que viene a tu mente cuando escuchas nombres como Jocabed, Ana, María, Loida, Eunice?
A mi mente viene la imagen de piadosas mujeres que le creyeron a Dios y vieron en su hogar el más maravilloso ministerio. Los resultados de su labor fueron tan fértiles (no hablo de número de hijos) que han impactado generaciones hasta nuestros días.

Estas mujeres y muchas más, son el testimonio de Dios a nosotras, de la importancia y responsabilidad que tenemos en la formación espiritual de nuestros hijos; y es que si bien es el varón del hogar quien debe llevar la batuta en cuanto a la dirección y enseñanza espiritual, no podemos negar que la influencia y tiempo que tiene una madre para compartir con sus hijos es de vital importancia.

Si te detienes a pensar un poco en las enseñanzas que te han permitido ser quien eres, sin duda allí estará tu madre, fue ella quien con amor y cuidado te enseño a caminar, a pronunciar tus primeras palabras, a hacer tu cama, a preparar tu cereal, te enseño a cumplir con tus deberes, e incluso es quien hoy te enseña a cuidar de tu hogar y de tus hijos.

De manera que el papel de una madre en el hogar no puede subestimarse, pues es una tarea que no solo influencia a sus hijos sino a sus generaciones. Bien decía el poeta norteamericano William Ross Wallace: “la mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo” pues la influencia o la ausencia de una madre en la crianza de un hijo es algo que indiscutiblemente tendrá una fuerte influencia en dicha persona.

La vida de muchos grandes varones de la escritura y muchos grandes hombres de la historia de la iglesia ha estado precedida de una madre piadosa que realizo su papel no buscando lo suyo propio, sino buscando la gloria de Dios.

Que hubiese sido de Moisés sin una madre que providencialmente le cuidara y le hablara de su verdadero origen, de su pueblo, de su historia. Quien sino ella para enseñarle quien era el Dios verdadero. Jocabed tuvo poco tiempo consigo a su pequeño Moisés, pero sin duda hizo un gran trabajo, sembrando en su corazón la semilla del evangelio.

Recordemos ahora al profeta Samuel, hombre de Dios encargado de juzgar a su pueblo. Samuel fue un ferviente deseo del corazón de Ana, su madre, quien se dedicó enteramente a aprovechar cada uno de los días (que también fueron pocos) que tuvo a Samuel consigo, ella le cuido, le amo y le instruyo, hasta que fue el tiempo de llevarlo al templo para cumplir con su promesa ante Dios.

María es otra de estas madres piadosas que hoy quiero recordar, joven e inexperta no dudo ni un instante en obedecer la voz de Dios, sin importar las consecuencias sociales, e inclusive sin importar que su vida estuviera en riesgo, sus palabras para Dios fueron: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”. Lucas 1:38
María tendría el más maravilloso de los regalos al ser la mujer escogida para traer al mundo al hijo de Dios, pero este mismo regalo seria en algún momento tan doloroso que atravesaría su corazón, ella sin embargo, glorifico a Dios cuidando y amando a nuestro salvador.

Loida y Eunice son dos mujeres que sin duda son mencionadas en la escritura ya que nos muestran el impacto que tiene la enseñanza de una madre a sus hijos, Loida sembró la semilla del evangelio en su hija Eunice y esta a su vez lo hizo en Timoteo, Pablo rescata esta labor y la menciona en 2 de Timoteo 1:5, exaltando la labor sabia y maternal de estas dos mujeres.

Así mismo podría seguir mencionando muchas mujeres piadosas que vieron en su hogar el más grande ministerio y que pusieron todo su empeño en servir allí con excelencia, pero tristemente hoy debo acudir a ellas para señalar que hoy día hemos confundido nuestro deseo de servir al Señor, con el de sobresalir y buscar reconocimiento.

Muchas mujeres están delegando el papel más importante de su vida, por correr tras logros perecederos, y no me refiero únicamente a una mujer que prefiera su desarrollo profesional por sobre el cuidado de su familia, sino que hablo de aquellas mujeres que permeadas por el mundo descuidan su hogar corriendo tras el vacío activismo de muchas iglesias de hoy en día.

Muchas mujeres han seguido mordiendo la engañosa manzana de la liberación femenina, volviendo a ser esclavas de una competencia sin sentido con los varones, dejando atrás su diseño perfecto y glorioso, para jugar a ser como Dios, e inventar sus propias reglas dentro y fuera de la iglesia.

La gran mentira de satanás es hacernos creer que lo que Dios nos ha dado ha sido poco y que escondió de nosotros aquello que realmente era valioso.


Por eso muchas mujeres siguen buscando detrás de un ministerio o de un púlpito, el reconocimiento o “trabajo” que creen, Dios les ha negado, cuando en su hogar tienen la tierra más fértil en la cual sembrar la semilla del evangelio, El corazón de sus hijos.

domingo, 24 de mayo de 2015

El Púlpito, un fruto muy codiciable.


Hoy leí un maravilloso artículo, escrito por un hermano Presbiteriano @JPauloMartinez, de paso recordé que en algunos trinos (tuits) otros hermanos me habían mencionado la necesidad, de que nosotras las mujeres reformadas, expusiéramos nuestro punto de vista sobre el ministerio pastoral o de predicación de la mujer y encontré propicio este articulo y este momento para compartirles una experiencia que he estado viviendo  hace algún tiempo y por ende mi opinión sobre este tema:
La iglesia a la que pertenezco ha venido en un continuo proceso de reforma, por la gracia y voluntad soberana de Dios.
Yo predique por algunos años en mi congregación, en los servicios de los días miércoles. Debo decir que amo la enseñanza y que el estudio de la palabra me apasiona.
Hace dos años mis pastores me comunicaron la determinación de no poder seguir predicando, pues esta labor debería realizarse solo por los varones, de acuerdo a las enseñanzas que nos proporciona la escritura. Debo confesar que esta fue una decisión devastadora para mí, que llego hasta cuestionar mi fe; Desde ese momento solo tuve un objetivo, demostrarle a la iglesia reformada cuan equivocados estaban respecto al ministerio de la mujer, así que leí, estudie, ore, llore, y seguí haciendo un estudio profundo al respecto.
Hoy 2 años después, debo decir que mi conclusión se basa exclusivamente en la escritura, y que a través de este estudio, tiempo de reflexión, de dolor y confusión, Dios en su infinita misericordia me ha ido enseñando el verdadero, maravilloso y enorme ministerio que tiene la mujer fuera de un púlpito.
Mi estudio partió y ha regresado una y otra vez a Génesis 3, allí he encontrado verdades asombrosas que no me canso de leer, y fue en ese capítulo precisamente, en el que el Señor me ha permitido entender que aun hoy en día seguimos siendo engañadas por la misma mentira relatada allí, hoy más que nunca, queremos seguir alterando el orden de Dios, le queremos seguir viendo como lo mostro la serpiente, como un tirano represivo.
De todos los arboles del edén, de todos los frutos, solo uno les fue restringido, pero ese, solo ese, fue de apariencia buena, deseable y codiciable; Eva creyó que al tomarlo no habrían consecuencias, las consecuencias que Dios les había advertido, pero ya todos hemos padecido en carne propia la desobediencia de ese día y de ese " Seréis como Dios" al que Adán y Eva quisieron aspirar.
Hoy en día, de todas las innumerables cosas que podemos hacer las mujeres para servirle a nuestro Dios, pareciera que nuestros ojos se hubiesen enfocado en el pastorado y la predicación congregacional, únicamente; hemos dejado de ver el inmenso jardín dado por Dios a nosotras, el cual nos fue dado para labrar, embellecer, cosechar y disfrutar; y hemos fijado nuestros ojos, casi como una obsesión, impulsada más por la liberación femenina que porque entendamos realmente la importancia de este ministerio en las labores que le corresponden a los varones.
Estas funciones como el pastorado o la predicación congregacional, no nos han sido restringidas porque nosotras seamos incompetentes, incapaces o inferiores, o porque a los ojos de Dios seamos menos que un varón o tengamos menos de su amor y aceptación, de ninguna manera, a los ojos de Dios todos somos iguales Gálatas 3:28.
Lo que debemos comprender es que si tenemos funciones diferentes, y allí es donde está la verdadera riqueza de estos roles, allí es donde podemos deleitarnos en la perfecta sabiduría de Dios, pues varón y hembra hemos sido creados a su imagen y semejanza, Génesis 1:26-27.
Por eso, de la misma forma en la que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una misma persona, pero han tenido funciones distintas, hombres y mujeres somos iguales ante Dios, pero entre nosotros aplica una subordinación funcional cuyo único objetivo es el orden y la Gloria de Dios. Cuando Cristo vino al mundo siempre se sujetó al Padre, siempre cumplió su voluntad y su objetivo no fue su gloria misma si no la del Padre, así mismo cuando el Espíritu Santo fue derramado en los creyentes, su función fue recordar cada una de las palabras de Jesús buscando darle gloria al Hijo y de esta manera al Padre, ninguna de las personas de la trinidad es menos importante que la otra, pues tenemos un único Dios Trino.
Teniendo esto claro, podemos entender que la Escritura no nos ha rezagado, que Pablo no fue un hombre misógino y machista, sino que por el contrario Dios ha diseñado una subordinación funcional, que permite que la mujer sea la gloria del hombre, y el hombre la gloria de Dios, como dice 1 de Corintios 11:3 (TLA)” Ahora quiero que sepan esto: Cristo es el origen del varón, el varón es el origen de la mujer y Dios es el origen de Cristo”  
El mundo ha venido vendiéndonos la idea de que debemos liberarnos, buscar nuestra propia identidad, hacer lo que queramos, empoderarnos, derrotar al hombre, pero todas estas ideas son absolutamente contrarias a la escritura, y si bien desde los años 60´s la mujer le ha dado un giro a su vida, yo no he visto que este giro le haya dado plenitud a ninguna. Frente a las cámaras, o detrás de un Facebook, o porque no, detrás de un púlpito, nuestras vidas podrán parecer casi perfectas, pero nuestros corazones seguirán teniendo el mismo vacío y faltante que solo llenara la obediencia a Cristo.
Por eso hoy agradezco la misericordia de Dios para conmigo, en permitirme entender estas grandes verdades, por convertir un estudio iniciado con el propósito desafiante de contradecir, en un descubrimiento pleno y maravilloso de su voluntad revelada.
Mujeres, hermanas, tenemos mucho por hacer, afuera de nuestras iglesias hay millones de mujeres con el corazón y la vida destrozada, hay hogares desechos, hay niños abandonados, hay miles y miles de almas que esperan recibir el mensaje del evangelio, en nuestras congregaciones, hay hermanas anhelantes de un sabio y bíblico concejo, mujeres jóvenes habidas de enseñanzas sobre el hogar y el matrimonio, madres jóvenes e inexpertas que necesitan tu apoyo y tu compañía, esto solo por mencionar algunas necesidades latentes, cuando afuera hay un mundo necesitado de ministerios de misericordia, que requieren la sensibilidad y amor con el que fuimos dotadas. Pero sobre todas esas buenas razones, está la gloria de Dios, está un varón (para el caso de las casadas) que anhela una ayuda idónea, unos hijos que deben ser levantados en la Palabra de Dios, y un hogar que debe reflejar la Gloria de Cristo.

Por eso, le pido a nuestro buen Dios, que te permita entender estas grandes verdades, que leas y estudies la Palabra sin soberbia y sin prejuicios, que nos llene día a día de esa sed que solo puede ser saciada por El, por su palabra, que abramos nuestras bocas para proclamar su palabra, que abramos nuestros brazos para dar amor a quien lo necesite y que podamos extender nuestra mano al necesitado, que entendamos nuestro maravilloso papel como mujeres, que lo vivamos y nos gocemos en El y sobretodo, que todo lo que hagamos, lo hagamos para su Gloria, 1 de Corintios 10:31.

martes, 7 de abril de 2015

Jugando a vivir la vida....sin Dios!


 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Efesios 5:31-32

Hoy en Colombia se esta dando un debate sobre si se avala o no, la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, recién publique un comentario al respecto en mi perfil de FB y las reacciones no se hicieron esperar, palabras como racista, fanática, intolerante, egoísta y falta de amor, saltaron en los comentarios, desde luego la gente cree que guardar una posición bíblica al respecto es discriminar.

Pero lo que mas me impacta es ver como la gente en general cree que este tipo de adopción es la solución a un problema, que al mundo no le interesa solucionar, y es el de levantar hijos sin dirección lejos de la palabra de Dios.

los argumentos de muchas personas a favor de la adopción por parte de homosexuales, se basan en el abandono de cientos de niños no solo en nuestro país sino en muchas partes del mundo, la humanidad se plantea entonces, como una gran solución encontrarles hogar donde quiera que sea. Pero realmente esta no es la solución.

Si el mundo sigue su curso,tal y como esta encaminado, seguiremos teniendo mas y mas niños abandonados, porque no podemos decir que una reciente guerra o plaga a dejado a tantos niños sin padres como para que hablemos de una crisis en este aspecto.

El problema realmente es el origen de este abandono.
porque, tenemos cada día, mas y mas niños sin hogar.

Entonces, por que se escandaliza el mundo por la oposición a la adopcion de parejas del mismo genero, y no se escandaliza por la tasa de embarazos adolescentes?; pues según el ICBF , desde el año 2008 hasta el 2013 han nacido cada año, en promedio, 159.656 niñas y niños de madres entre 10 y 19 años.*

Nuestra juventud se levanta hoy en día sin dirección y sin conocimiento alguno de Dios, al mundo le parece correcto que la vida sexual de nuestros jóvenes comience a temprana edad, "desde que usen preservativos", desde que tengan una "sexualidad responsable", padres y madres se deleitan viendo a sus hijas bailar y moverse de manera erótica al ritmo del regueton del momento, muchas madres alientan a sus hijas a "probar el mundo" a conocer mas en la vida, que anticuado eso de llegar virgen al matrimonio, frases como disfrute, viva, no se enamore.. hacen parte de las conversaciones entre padres e hijos.

Nuestras niñas se están levantando en una locura de liberación femenina, que solo esta acabando con ellas, creen que estar al nivel de los hombres es manejar el mismo nivel de promiscuidad, creen que ser maduras es tener sexo sin enamorarse, creen que vestirse provocativamente las hace mas sexis y populares.

Muchos padres ni siquiera saben que a los 17 años sus hijas pudieron ya haberse practicado mas de 3 abortos.

y este no es solo un asunto que atañe a padres con hijas mujeres, pues nuestros varones también están siendo levantados con una cantidad de anti valores que propaga el mundo; entre mas chicas conquisten mas hombres son, muchos de nuestros jóvenes tratan a las mujeres sin respeto alguno, catalogan a sus "amigas" como una camisa, de acuerdo al momento en el que vayan a ser usadas, la de la rumba, la de la cama, la de mostrar, la de la finca, en fin.

La Psicología de este mundo dice que a los jóvenes no se les puede corregir o limitar, porque se traumatizan, son demasiado niños para asumir sus responsabilidades, pero son muy adultos para tomar sus propias decisiones.
Entonces, en medio de este torbellino de incoherencias, la sociedad a dejado a un lado la palabra de Dios, hoy en día la psicología es sabiduría pura, pero la escritura es solo una antigua, fabula fanática.

Mi pregunta es: que pasaría si nuestros jóvenes fueran levantados con principios bíblicos? si se guardaran hasta llegar al matrimonio?, si la elección de su pareja se basara en principios y valores y no en cuentas bancarias y siliconas?

Acaso, el principio de la sabiduría no es el temor de Dios? salmo 111:10
Acaso, el Señor no fue claro y enfático en que la importancia de instruir a nuestros hijos en su palabra? Proverbios 22:6; Deuteronomio 6:3-9

Mientras sigamos levantando jóvenes sin temor de Dios, seguiremos teniendo llenas las salas de abortos y las casas de adopción, pues seguiremos levantando niñas que no se respetan y valoran, y varones que no son responsables de sus actos y sus decisiones.

Así que el problema real no es cuantos niños hay hoy esperando un hogar para ser adoptados, el problema es cuantos embarazos no deseados están llenando estas casas de adopción.

*Diario El Espectador, sección salud  22 septiembre del 2014 "Alarmantes cifras de embarazo adolescente en Colombia"





lunes, 23 de febrero de 2015

El aporte de una Madre


Toda la vida y por la eternidad estaré agradecido a Dios por una madre que amó al Señor, oró siempre por sus tres hijos y nos encaminó a todos en el evangelio. Mi padre fue un hombre recto e íntegro, participante activo en la iglesia y muy fiel y responsable en la crianza de sus hijos. Pero mi madre era la motora espiritual de la casa durante los años de nuestra formación.

Me acuerdo cómo me hacía sentar al pie de su cama mientras me contaba historias bíblicas. También me enseñó a orar y confiar en el Señor. Frente a todo problema ella había aprendido que podía elevar su corazón a Dios y solicitar su ayuda y orientación, y me enseñó a hacer lo mismo. Me enseñó, además, que debía entregar al Señor siempre la décima parte de todas mis entradas, de modo que desde que percibí mis primeras ganancias, supe que la primicia era para el Señor.

Por aprender las cosas de esa manera desde la más temprana edad, me resultó habitual reconocer al Señor como el que me gobernaba y conducía. A los diez años de edad le entregué mi corazón a Jesús y me bauticé, para seguir el resto de mi vida en las filas de los seguidores de Cristo. Cuando conocí a la que es mi esposa descubrí que ella también había sido criada de la misma manera. Más aún, instruimos a nuestros hijos de la misma forma.

De modo que cuando leo las palabras del apóstol Pablo a su joven colega Timoteo, me resuenan en el corazón y en la memoria:
Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó
primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y
ahora te anima a ti. De eso estoy convencido.

2 Timoteo 1:5

Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras,
que pueden darte la sabiduría necesaria para la sal-
vación mediante la fe en Cristo Jesús.

2 Timoteo 3:15
En base a estos dos textos bíblicos quiero subrayar tres aportes de suma importancia que toda madre cristiana debe transferir a sus hijos. En primer lugar es EL LEGADO DE SU FE. Observemos que Pablo reconoce que la fe de Timoteo procedía de su madre, como también de su abuela. Por más particular y maravillosa que sea la experiencia de cada creyente con Cristo su Señor, debemos recordar que la fe no se inició en nosotros. La fe que me orienta a mí y a ti es la misma fe de los apóstoles Pedro y Pablo, la misma fe de Cristo Jesús y la misma fe de Abraham. Cada uno es responsable de desarrollar su fe y hacerla crecer y fructificar, pero no es original en nosotros.

Desde luego, ninguna madre puede obligar a sus hijos a creer, pero puede darles el hermoso ejemplo de su propia fe. Puede ponerla en práctica delante de ellos, confiando en cada instancia en el Señor que ella conoce y ama. Y —lo que es muy importante— puede ilustrar con su propia vida que en cada prueba o callejón sin salida, el Señor es su primer refugio y su última esperanza. De esa manera, con cada prueba su fe crecerá y también revelará a sus hijos que Dios es fiel. Cuando llegan los hijos a depositar en el Señor su fe particular, la madre puede celebrar el hecho de que ha transferido a esos hijos el legado más importante de su vida.

En segundo lugar, cada madre cristiana debe transferir a sus hijos EL FUNDAMENTO DE SU VIDA, que es la Palabra de Dios. Para eso tendrá que determinar ordenar su propia vida según las claras enseñanzas de las Sagradas Escrituras. Renunciará a vivir conforme a sus emociones y sus gustos, pues se dará cuenta que su vida tiene que ser transformada por la revelación que Dios nos ha dado en la Biblia y, muy especialmente, en Cristo Jesús, el Hijo eterno de Dios. Debe decidir temprano en la vida de sus hijos que les va a comunicar cada día la sana enseñanza que ella misma aprendió de la Biblia, la palabra de Dios.

En medio de una cultura donde la mayoría vive según sus sentimientos, sus deseos y sus ganas, hace falta una firme determinación de conformar la vida al plan divino revelado en las Sagradas Escrituras. Eso, precisamente, es lo que fundamenta una vida sobre la roca. No solo eso, sino que sobre ese fundamento sólido la vida se proyecta hacia el futuro y hasta la eternidad con claridad. En esa proyección podemos contar con la compañía y conducción del Espíritu Santo. De modo que ya no somos hojas sueltas en el viento o naves sin timón en alta mar. Una persona que tiene fundamento sabe quién es, por qué vive y para qué. Es un don maravilloso que la madre puede dar a sus hijos.

En último lugar, toda madre cristiana debe comunicar a sus hijos LA FORMACIÓN Y PROYECCIÓN DE UN SIERVO DE DIOS. Vale decir, que debe criar a sus hijos con la conciencia de que los está formando para Dios. A cada madre y padre Dios les da los hijos por unos años, a fin de que ellos los formen y eduquen para que luego lleven fruto para la gloria de Dios. No seamos muy posesivos con los hijos, pues no nos pertenecen para siempre. El Señor nos los ha prestado por un tiempo. Si en ese tiempo les damos la formación necesaria, durante el resto de su vida llevarán fruto para el Señor y serán instrumentos útiles en sus manos. Hagamos ese trabajo con fe y paciencia, pues es quizá la tarea más importante que tendremos en la vida.

Es necesario que como madres y padres confiemos en que el Señor nos acompañará y capacitará para la noble tarea de dar formación a nuestros hijos. Dios es fiel y nos dará gracia para cumplir con esta responsabilidad, para que algún día podamos ver a nuestros propios hijos criando a sus hijos de la misma manera. Así crecerá la familia de Dios en toda la tierra.

PARA PENSAR Y CONVERSAR

• ¿De quién aprendiste primero del amor y gracia de Dios en Cristo Jesús?

• ¿Qué es la lección más importante que aprendiste de tu madre?

• ¿Qué consideras como la manera más efec􏰀tiva de comunicar la fe a los hijos?

Orville E. Swindoll

jueves, 29 de enero de 2015

La historia de Agar: Cuando parece que Dios nos ha dejado

Como el SEÑOR le había hablado, ella le puso por nombre: «Eres el Dios que me ve», porque como ella dijo: «En realidad he visto aquí a Aquel que me ve». 
Génesis 16:13

Tal vez muchas veces has sentido que estas en un lugar en el que no deseas estar, o tal vez son muchas las situaciones que te agobian y crees que Dios no esta allí, pero no temas, no desesperes, por que Dios esta en control todo el tiempo, el tiene un plan perfecto que comenzó en el mismo libro de génesis, el sabe que día a día luchamos con el dolor, la enfermedad, las relaciones rotas, la muerte.
La buena noticia es que el esta allí, no esta distante y se ha encargado de escribir una mejor historia para ti y para mi, una historia de la cual ya conocemos el final: Cristo ha vencido al mundo.  "Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada". Romanos 8:18

Te invito a que disfrutes esta enseñanza, en la cual veremos como la vida de una esclava es transformada cuando ella se da cuenta que hay un Dios que esta por ella...


viernes, 9 de enero de 2015

365 dias para Glorificar a Dios


"Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,

Que traigamos al corazón sabiduría".
Salmos 90:12

Cada fin de año trae consigo, promesas, propósitos, metas, reflexiones... en fin finaliza un año y es como si emprendiéramos un nuevo viaje, como si finalizara una parada más en este peregrinar por esta tierra; Y es que con cada año nuevo que llega tenemos  una nueva oportunidad de hacer nuestra maleta, esa maleta que nos acompañara 365 días si el Señor nos concede vivirlos.

La pregunta para este nuevo año es, que vas a llevar en esa maleta y hacia donde te vas a dirigir?
Vas a seguir corriendo tras el viento en esa carrera desenfrenada que nos impulsa el sistema, para alcanzar logros, posiciones, dinero, status y todas esas cosas que de ninguna manera compraran tu felicidad y que mucho menos te darán tu salvación?
Ni siquiera el hombre más rico del mundo con todo su oro, petróleo y dinero lograra influenciar a Dios para tener lo que solo por gracia podemos recibir: Una nueva vida en Cristo Jesús. Mateo 16:26

Tu maleta en este viaje de que estará llena? de amargura, de insatisfacción, de odio, de rencor? Sin dudas será una maleta muy pesada y sumamente difícil de llevar, hará pesados tus días, te dejara sin fuerzas.
Mateo 11:28-30, vacía tu maleta, descárgala de todo aquello que te ha hecho un peso innecesario, llénala de lo único que te será útil en este viaje: llénala de la palabra de Dios, llénala de su sabiduría, de su compasión, de su amor, de su misericordia; y que en vez de ser una maleta difícil de cambiar se convierta en una cesta abierta con mil cosas para dar.

Vas a trazarte metas y proyectos este año? Cuántos de ellos involucran a Dios y al conocimiento de su palabra? Esta dentro de tus metas para este 2015 comenzar un estudio bíblico?, o ejercitar tu disciplina leyendo la escritura diariamente? Te has propuesto tener un tiempo diario de oración sin interrupciones?
Creo que este es un buen momento para evaluar qué es lo que estamos poniendo como prioridad en nuestra vida, pues esto marcara el rumbo que ella siga, Mateo 6:21; de manera que aquello que sea la prioridad en nuestros propósitos o metas de este nuevo año, sin duda será lo que lleve las riendas de nuestra vida estos 365 días que tenemos por delante.

Mi meta es la sabiduría que el Señor puede darme Santiago 1:5, tener la disciplina que requiero para acercarme más a él, para conocerle más, para aprender más y más de su palabra, sin duda que otra de mis metas será organizar mejor mi tiempo y mis horarios para tener diariamente un tiempo de oración, lectura y estudio de la palabra.
Anhelo también poder servirle a través de este blog y de muchos otros proyectos que aún están en sus manos.


Por eso mi invitación con esta entrada, es que dejemos atrás esos propósitos que regirán al mundo este año y que nos concentremos en un solo propósito: hacer que en cada uno de los días que él nos regale, él se vea glorificado y exaltado, que podamos ser esa sal y luz que nuestro mundo tanto necesita.