jueves, 5 de octubre de 2017

SIENDO UNA MUJER EMPRENDEDORA



SIENDO UNA MUJER EMPRENDEDORA

Proverbios 31:14 Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.
Nave de mercader…. Esa imagen trae a mi mente un barco que va una y otra vez a un puerto supliendo las necesidades de esa región, trayendo alimentos, vestidos, animales, para que la ciudad en la que ancla pueda deleitarse con esas provisiones.

Las mujeres tenemos la habilidad dada por Dios de hacer muchas cosas a la vez, de tener una mente que puede procesar gran cantidad de información al mismo tiempo, somos como esas naves que van y vienen, las cuales son impulsadas por el viento del amor que sopla en sus velas.

Muchas mujeres creen que la única forma de trabajar y suplir para su casa es a través de un trabajo en una empresa fuera de casa, cada situación es particular y de ninguna manera estoy condenando a aquellas mujeres que tienen que salir de su hogar para trabajar, porque insisto cada hogar tiene sus situaciones particulares.
Algunas mujeres se sienten frustradas porque tienen una profesión y sienten que realmente desperdiciaron sus esfuerzos y dinero en esa preparación si al casarse van a quedarse en casa, ¡cuán equivocadas están!

Miremos la imagen que nos da ese versículo, es como nave de mercader, trae su pan de lejos y demos un vistazo a los siguientes versículos:

16 Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.
18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.
22 Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.
24 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.

Como vemos en estos versículos esta es una mujer que sabe aprovechar muy bien su día, se levanta temprano, se acuesta tarde, está activa siempre, no pierde horas valiosas del día frente al televisor, o durmiendo, tampoco pasa horas perdiendo el tiempo en el celular o el internet, ella es una mujer que emprende, que administra bien su tiempo.

Esta no es una nave anclada viendo cómo pasan los días a su alrededor, es una mujer activa, que aprovecha lo que sabe y administra bien su tiempo para desarrollar actividades que permiten que su hogar genere ingresos extras, tendiendo claro siempre que su prioridad es la buena administración de su hogar.
Ella es una buena administradora, tiene una buena visión de los negocios, pone a producir los recursos que tiene a su mano, cultiva, cose, lleva las finanzas de su hogar en orden, ahorra, maneja un presupuesto, paga sus cuentas, es una mujer previsiva.

Mira cuantas habilidades y talentos tiene esta mujer que pone al servicio de su familia y de su comunidad, proveyendo para su casa:

Es una buena negociante, hila, procesa la lana para hacer con ella otros elementos, hace tapices, vestidos, hace telas y cintas, no solamente abriga y viste hermosamente a su familia, sino que también las pone en venta.

Los materiales que la escritura menciona que esta mujer trabajaba no solamente requerían un esfuerzo en su proceso ella hilaba en su rueca (El hilado de fibras consiste en transformar la fibra en hilo. ... Hilar es retorcer varias fibras cortas a la vez para unirlas y producir una hebra continua; cuando se hilan (retuercen) filamentos largos se obtienen hilos más resistentes, llamados también «hilaza» o «hilados».)
Sino que también eran materiales de altísima calidad, lino, purpura, esto nos deja ver que ella buscaba los mejores materiales para su casa y ofrecía también la mejor calidad en lo que hacía.

- Ella puede haber incorporado a algunos de sus hijos para ayudarle en este trabajo. Ella entregaba estos bienes a los mercaderes o comerciantes. Estos eran mercaderes fenicios, de acuerdo con el significado de la palabra hebrea. Los fenicios eran conocidos por su negocio y comercio y su habilidad como navegantes.  La mujer virtuosa proveyó una fuente de ingresos para su familia por medio de su negocio.

 “Mientras que otras mujeres empobrecen a sus maridos comprando, ella enriquece a su marido vendiendo esos valiosos productos que tienen continua demanda” (George Lawson, Comentario en Proverbios). “Es solo el orgullo y la indolencia modernos que han introducido la idea de que es inconsistente con la dignidad de una dama obtener ganancia con la fabricación de sus propios artículos. Esta mujer virtuosa, aunque su marido se sentaba entre los ancianos, no piensa que es un descrédito, sino un honor hacer lino fino y cinturones para vender; y los sabios la alaban por ello” (George Lawson).

Cuantas cosas podemos hacer desde casa para apoyar a nuestros esposos, cuantas cosas pueden hacer nuestras propias manos que nos permitan mejorar la economía del hogar y la calidad de vida de nuestra familia.
Cocinas, pintas, coses, eres contadora, etc. Cualquier cosa que hagas realízalo para la gloria de Dios y permite que a través de los talentos que él te ha dado tú puedas ser de bendición para tu familia.

En nuestra sociedad moderna, computarizada, electrónica y saturada de entretenimiento, hemos perdido el arte de trabajar con nuestras manos. Muchas mujeres no disfrutan haciendo vestidos con sus manos. Prefieren deleitarse comprando ropa en el mall, dañando así el presupuesto familiar. En lugar de aprender de sus madres como coser y tejer a palillos y tejer a crochet y remendar, muchas niñas están demasiado ocupadas viendo televisión o jugando con el computador. Lamentablemente, muchas madres tampoco saben cómo hacer estas cosas y no podrían enseñar a sus hijas, aunque quisieran.[1]

Recuerda, una mujer virtuosa no es una mujer demandante, es una mujer que da.
Muy lejos de la imagen de la mujer virtuosa esta la mujer fanática a las compras, a las tarjetas de crédito que ve a su esposo como su cajero automático, que demanda constantemente, que despilfarra y que aparte de eso es una mujer ociosa.




[1] Estudios bíblicos en español de la Middletown Bible Church

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