lunes, 27 de noviembre de 2017

SIENDO UNA MUJER BONDADOSA



20 Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.

La Mujer de Proverbios 31 es una mujer que definitivamente vive la gracia, no se centra en ella misma y sus necesidades, sino que se da a otros, esta mujer tiene compasión hacia el pobre y el necesitado, ella muestra su compasión con actos concretos de misericordia, ella ama al prójimo no solamente de labios para afuera sino con su hechos y verdad, a la manera que Juan nos insta a amar a nuestro prójimo: Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 1 Juan 3:17-18

Las mujeres a lo largo de la historia nos hemos caracterizado por nuestro carácter ayudador, por tener esa sensibilidad que es pronta para identificar quien tiene una necesidad, nuestros brazos se han hecho para abrazar, nuestras manos para acariciar y proteger.
Muchas veces como mujeres nos quejamos de que no hay muchas cosas que hacer en la iglesia o ministerios en los cuales podamos servir, pero olvidamos el ministerio de misericordia que es uno de los más importantes, no importa si en nuestra iglesia está definido como tal, puesto que actos de misericordia podemos tener con muchas personas, visitar a los enfermos en clínicas u hospitales, extender nuestras manos para ayudar a una madre soltera o primeriza, acoger niños que requieren un hogar de paso, apoyar obras, dar un plato de comida a aquel que lo necesita, muchas veces tenemos tan cerca personas que requieren de nuestra ayuda pero pasamos de largo.
Te has preguntado alguna vez si la persona que a diario te abre la puerta en el edificio desayuno? Si tuvo quizás un almuerzo medianamente balanceado? Que haces cuando cambias tus muebles o tu ropa? Los vendes? No nos ha dado mucho el Señor para poder compartir a otros? ¿No es ese acaso el propósito de ser prosperados?

“El pueblo de Dios debe tener un corazón compasivo para los que son física y materialmente pobres y necesitados. En la ley, Dios dijo a los israelitas que los rebuscos de sus viñas y campos deberían ser dejados para los pobres de la tierra (Lv. 19:10; 23:22). La mujer piadosa de Proverbios 31 obedece fielmente el mandamiento: “Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra: por eso yo te mando, diciendo: abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.” (Deut. 15:11). En Prov. 31:9 los creyentes ya habían sido animados a abogar por la causa de los pobres. En Proverbios 14:21 se pronuncia una bendición sobre los que muestran compasión por los pobres y les ayudan: “Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.”

Al estudiar esta palabra hebrea que se traduce como “pobre” en Proverbios 31:20, me sorprendí al ver que se usa para nuestro bendito Señor Mismo durante los días de Su humillación: “Alégrate mucho, hija de Sion: da voces de júbilo, hija de Jerusalén, he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna” (Zacarías 9:9). La palabra “humilde” es la misma palabra “pobre” en Proverbios 31:20. Recordamos la asombrosa condescendencia de nuestro Señor: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9).

La palabra “menesteroso” al final del versículo 20 significa “uno que está en necesidad, en carencia; que le falta algo.” Cuando a una persona le faltan las necesidades básicas materiales como alimento y vestido, entonces es considerada pobre, luego la palabra es un sinónimo de pobre.                                                                                                                                                                                                   
El principal pasaje del Antiguo Testamento que instruye a los israelitas en cuanto a sus responsabilidades hacia los pobres y menesterosos se encuentra en Deuteronomio 15:7-11: Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.  Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. Sin falta le darás, y no serás mezquino de corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.
Nótese que no debían cerrar su mano, sino abrir ampliamente su mano a la persona pobre (v.7,8,11), tal como la mujer piadosa alarga su mano al pobre y extiende su mano al menesteroso (Prov.31:20).

Cuando consideramos hoy nuestra responsabilidad hacia el pobre (ver 1 Juan 3:17-18), es necesario ser cauteloso. No seas incauto. Un hombre puede estar pidiendo dinero para comprar alimentos y luego lo gasta en alcohol. Otro puede pedir dinero para medicinas y usarlo en un hábito pecaminoso y malo. Se pueden usar diferentes métodos para ayudar. Por ejemplo, si una persona está realmente con hambre y crees que es apropiado ayudar, puedes sentarte con ella en un restaurante. Mientras se sirve su comida, tendrás la oportunidad de compartirle el evangelio. No estarás solo satisfaciendo su hambre física, sino estarás también proveyendo oportunidad para el alimento espiritual, lo cual es su mayor necesidad. Si es realmente necesario reparar el coche, no le des dinero al hombre que puede usarlo de mala manera, sino dale el dinero al mecánico. Procura que el dinero sea usado debidamente. Se necesita discernimiento. A veces lo correcto es no dar nada de dinero.

Hay gente que acostumbra rondar por las iglesias buscando dádivas y ayuda financiera. Apoyar esta clase de comportamiento no ayudará a la larga para que la persona sea responsable. Después de haberse aprovechado de ti, esa persona irá a otra iglesia. No queremos apoyar la irresponsabilidad.

Debemos recordar también que proveer para las necesidades físicas y materiales de una persona no resuelve su principal problema. Si damos a una persona casa, vestido y alimento durante toda su vida y luego muere y va finalmente al lago de fuego, ¿qué habremos hecho por esa persona?  Cuánto mejor es apoyar agencias misioneras centradas en Cristo que tienen misioneros que están preocupados por las necesidades materiales de los pobres, pero que están más preocupados por sus necesidades espirituales y eternas.
Quiera Dios darnos mucha sabiduría y discernimiento para saber cómo ayudar mejor a las personas con las que Dios nos pone en contacto.[1]


[1] http://www.middletownbiblechurch.org/spanish/homefam/prov31.htm

miércoles, 18 de octubre de 2017

Siendo una Mujer Disciplinada



SIENDO UNA MUJER DISCIPLINADA

15 Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.

Una mujer disciplinada, establece horarios, prioridades y da lugar a lo realmente importante.

Es una mujer que no es dada a la pereza o al sueño, Proverbios 19:15 (RVR1960) La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre.
Es una mujer que sabe que debe aprovechar bien su día y por eso se levanta desde muy en la mañana a preparar todas las cosas, alimenta a su familia y también a sus criadas, si esta mujer bien tenia colaboradoras en su casa, no era una mujer atenida, ella no les pedía a sus empleadas nada que ella misma no pudiera hacer también, se preocupaba por el bienestar de todos.

Una mujer que cultiva la disciplina en su vida, se exige, tiene la capacidad de organizar su día, su semana, puede establecer un tiempo para estudiar la Palabra, un tiempo para su oración. Ella sabe cuán importante es enseñar esa disciplina a sus hijos por ello también destina tiempo para enseñarles la Palabra, para enseñarles a orar.

17 Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.

Esta expresión nos deja ver que esta es una mujer que siempre está preparada y dispuesta, ceñir los lomos era equivalente a recogerse el vestido estar preparada para alguna actividad que requería movimiento y prontitud. Esta era una mujer trabajadora. “Ceñir” significa rodear o envolver con una faja o cinturón. En los tiempos de la Biblia tanto los hombres como las mujeres usaban vestidos o túnicas. Si la túnica no tenía cinturón, interfería con la habilidad de la persona de andar libremente. 

La mujer virtuosa tiene una reserva de fuerza interior que puede energizarla y capacitarla para realizar tareas que requieren de mucho esfuerzo físico. Ella no está debilitada por la pereza o haraganería, sino que es un hermoso ejemplo de diligencia y laboriosidad. George Lawson la describe de esta manera: “Tal como el óxido se apega al metal que se usa rara vez, así la indolencia o desgano ponen óxido en las fuerzas del cuerpo y la mente; y las personas ociosas esas excusas para su conducta que al principio son meros pretextos. La mujer virtuosa es de temple muy diferente. Ella no rehúsa nada de su responsabilidad por aversión al trabajo; y al ejercer su fuerza con alegría, ella la aumenta. Su labor le da salud y vigor, y presteza para acometer nuevas tareas, de modo que ella puede realizar con facilidad y tranquilidad las tareas que a otras mujeres les parecen imposibles. (Comentario en Proverbios)”.[1]



[1] Estudios bíblicos en español de la Middletown Bible Church

jueves, 5 de octubre de 2017

SIENDO UNA MUJER EMPRENDEDORA



SIENDO UNA MUJER EMPRENDEDORA

Proverbios 31:14 Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.
Nave de mercader…. Esa imagen trae a mi mente un barco que va una y otra vez a un puerto supliendo las necesidades de esa región, trayendo alimentos, vestidos, animales, para que la ciudad en la que ancla pueda deleitarse con esas provisiones.

Las mujeres tenemos la habilidad dada por Dios de hacer muchas cosas a la vez, de tener una mente que puede procesar gran cantidad de información al mismo tiempo, somos como esas naves que van y vienen, las cuales son impulsadas por el viento del amor que sopla en sus velas.

Muchas mujeres creen que la única forma de trabajar y suplir para su casa es a través de un trabajo en una empresa fuera de casa, cada situación es particular y de ninguna manera estoy condenando a aquellas mujeres que tienen que salir de su hogar para trabajar, porque insisto cada hogar tiene sus situaciones particulares.
Algunas mujeres se sienten frustradas porque tienen una profesión y sienten que realmente desperdiciaron sus esfuerzos y dinero en esa preparación si al casarse van a quedarse en casa, ¡cuán equivocadas están!

Miremos la imagen que nos da ese versículo, es como nave de mercader, trae su pan de lejos y demos un vistazo a los siguientes versículos:

16 Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.
18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.
22 Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.
24 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.

Como vemos en estos versículos esta es una mujer que sabe aprovechar muy bien su día, se levanta temprano, se acuesta tarde, está activa siempre, no pierde horas valiosas del día frente al televisor, o durmiendo, tampoco pasa horas perdiendo el tiempo en el celular o el internet, ella es una mujer que emprende, que administra bien su tiempo.

Esta no es una nave anclada viendo cómo pasan los días a su alrededor, es una mujer activa, que aprovecha lo que sabe y administra bien su tiempo para desarrollar actividades que permiten que su hogar genere ingresos extras, tendiendo claro siempre que su prioridad es la buena administración de su hogar.
Ella es una buena administradora, tiene una buena visión de los negocios, pone a producir los recursos que tiene a su mano, cultiva, cose, lleva las finanzas de su hogar en orden, ahorra, maneja un presupuesto, paga sus cuentas, es una mujer previsiva.

Mira cuantas habilidades y talentos tiene esta mujer que pone al servicio de su familia y de su comunidad, proveyendo para su casa:

Es una buena negociante, hila, procesa la lana para hacer con ella otros elementos, hace tapices, vestidos, hace telas y cintas, no solamente abriga y viste hermosamente a su familia, sino que también las pone en venta.

Los materiales que la escritura menciona que esta mujer trabajaba no solamente requerían un esfuerzo en su proceso ella hilaba en su rueca (El hilado de fibras consiste en transformar la fibra en hilo. ... Hilar es retorcer varias fibras cortas a la vez para unirlas y producir una hebra continua; cuando se hilan (retuercen) filamentos largos se obtienen hilos más resistentes, llamados también «hilaza» o «hilados».)
Sino que también eran materiales de altísima calidad, lino, purpura, esto nos deja ver que ella buscaba los mejores materiales para su casa y ofrecía también la mejor calidad en lo que hacía.

- Ella puede haber incorporado a algunos de sus hijos para ayudarle en este trabajo. Ella entregaba estos bienes a los mercaderes o comerciantes. Estos eran mercaderes fenicios, de acuerdo con el significado de la palabra hebrea. Los fenicios eran conocidos por su negocio y comercio y su habilidad como navegantes.  La mujer virtuosa proveyó una fuente de ingresos para su familia por medio de su negocio.

 “Mientras que otras mujeres empobrecen a sus maridos comprando, ella enriquece a su marido vendiendo esos valiosos productos que tienen continua demanda” (George Lawson, Comentario en Proverbios). “Es solo el orgullo y la indolencia modernos que han introducido la idea de que es inconsistente con la dignidad de una dama obtener ganancia con la fabricación de sus propios artículos. Esta mujer virtuosa, aunque su marido se sentaba entre los ancianos, no piensa que es un descrédito, sino un honor hacer lino fino y cinturones para vender; y los sabios la alaban por ello” (George Lawson).

Cuantas cosas podemos hacer desde casa para apoyar a nuestros esposos, cuantas cosas pueden hacer nuestras propias manos que nos permitan mejorar la economía del hogar y la calidad de vida de nuestra familia.
Cocinas, pintas, coses, eres contadora, etc. Cualquier cosa que hagas realízalo para la gloria de Dios y permite que a través de los talentos que él te ha dado tú puedas ser de bendición para tu familia.

En nuestra sociedad moderna, computarizada, electrónica y saturada de entretenimiento, hemos perdido el arte de trabajar con nuestras manos. Muchas mujeres no disfrutan haciendo vestidos con sus manos. Prefieren deleitarse comprando ropa en el mall, dañando así el presupuesto familiar. En lugar de aprender de sus madres como coser y tejer a palillos y tejer a crochet y remendar, muchas niñas están demasiado ocupadas viendo televisión o jugando con el computador. Lamentablemente, muchas madres tampoco saben cómo hacer estas cosas y no podrían enseñar a sus hijas, aunque quisieran.[1]

Recuerda, una mujer virtuosa no es una mujer demandante, es una mujer que da.
Muy lejos de la imagen de la mujer virtuosa esta la mujer fanática a las compras, a las tarjetas de crédito que ve a su esposo como su cajero automático, que demanda constantemente, que despilfarra y que aparte de eso es una mujer ociosa.




[1] Estudios bíblicos en español de la Middletown Bible Church

sábado, 16 de septiembre de 2017

Siendo una Mujer Diligente



SIENDO UNA MUJER DILIGENTE

Proverbios 31:13 (RVR1960) Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.
Para que entendamos un poco mejor que es lo que significa diligencia veamos cual es la definición correcta de la palabra: //Diligente es un adjetivo para designar a una persona que obra o actúa con gran interés, esmero y eficacia para la realización de sus trabajos, tareas o encargos. La palabra, como tal, proviene del latín dilĭgens, dilĭgentis. Es diligente alguien que es rápido, pronto o ligero a la hora de hacer las cosas, buscar una solución o resolver un problema. Una persona diligente es aquella que tiene una actitud favorable hacia el trabajo y las obligaciones, que busca hacer las cosas prontamente, haciendo uso de su inteligencia, con economía de recursos y alto grado de eficiencia. La diligencia es una cualidad que podemos desarrollar si aprendemos a administrar nuestro tiempo y recursos en la ejecución de nuestras tareas y obligaciones. Además, es una virtud fundamental que ayuda a combatir la pereza.[1]

El antónimo de esta palabra es: Negligente, La negligencia es el descuido u omisión en el cumplimiento de una obligación. Una conducta negligente comprende un riesgo para el individuo o para terceros. //

Teniendo claras estas definiciones veamos entonces lo que la escritura nos indica acerca de la mujer diligente, hay dos palabras que llaman mi atención: Busca y trabaja con Voluntad.

Esta es una mujer que no tiene su vida resuelta, ella pone todas sus capacidades en pro de realizar bien una labor, es sabia en la administración de los recursos y trabaja con voluntad, trabaja con amor, con entrega.

Puede decir entonces la gente que nosotras somos mujeres diligentes? ¿Ponemos nuestro empeño en todo aquello que hacemos, así sean las tareas más cotidianas y aburridas? ¿Las que menos nos agradan?

Una mujer diligente es una mujer que planea, organiza, una mujer que tiene un plan A, B y C por si los anteriores fallan.

A veces creemos que estas cualidades solo aplican en el aspecto laboral, pero cuan necesitadas somos de ver nuestro hogar como una gran empresa de la cual somos administradoras, a ojos del mundo administrar una casa puede ser algo sencillo, pero nosotras sabemos en la práctica que no lo es.

Conozco muchas mujeres frustradas porque no hayan la manera de poner en orden su hogar, mujeres para las cuales la hora de la cena se resume en la palabra "caos", mujeres que sin una ayuda externa podrían llegar a vivir en una casa que más pareciera una zona de catástrofe.

Ser diligente es prever, recursos y tiempo, saber organizar, para que de esta manera los afanes del día, los niños, los contratiempos, no terminen por convertirnos en la típica imagen de la mama loca, exhausta y desarreglada.

Cosas tan sencillas como un menú de comidas semanales, un cronograma de labores de aseo semanal para tu casa, un horario de actividades con los niños, te ayudaran a ser una mujer diligente, ahh obviamente si todas esas actividades las realizas con Voluntad y amor no para los ojos de los hombres jugando a ser la esposa perfecta, sino ante los ojos del Señor.

y como comenzar a organizar tu día? a la luz de la Palabra. cuando lo primero que haces es poner tu día y tu semana en manos del Señor, pidiéndole a El dirección hasta para las decisiones que parecieran mas simples, lograras tener un día con propósito, sin caos, por que en cada momento podrás estar meditando en su Palabra y este ejercicio te dará no solamente paz, sino que sabrás que el precioso trabajo de administrar tu hogar hace parte de los propositos de Dios para tu vida, podrás hacerlo en excelencia y de esta manera, hasta en lo mas simple, podrás glorificarle. 



[1] “Diligente” (s/f.). En Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/Diligente/ [Consultado: 24 de marzo de 2017, 10:35 am].

lunes, 28 de agosto de 2017


Muchas veces leemos Proverbios 31 pero no sabemos como aplicarlo a nuestra propia vida, a partir de hoy quiero compartirles una serie de entradas acerca de como cultivar el carácter de una mujer Cristiana con los principios que podemos obtener de esta porción de la Escritura: 

SIENDO UNA MUJER BUENA

Proverbios 31:12 (RVR1960) Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.

“Una mujer que busca ser como Cristo es una mujer que da, las cristianas estamos llamadas a dar, las esposas estamos llamadas a dar, las madres estamos llamadas a dar y las solteras estamos llamadas a dar”. Elizabeth George

Siendo mujeres que caminamos en la reforma estamos muy familiarizadas con el termino Gracia, ¿sabemos realmente que significa?

Gracia es un favor inmerecido, debemos recordar siempre cual es la gracia que hemos recibido. sin merecerlo, siendo abominación para Dios, el entrego a su hijo por nosotros, murió por nuestros pecados, evito que tú y yo viviéramos una eternidad soportando su ira, y a cambio nos dio vida, nos ha limpiado, nos instruye, nos perfecciona y un día cuando el regrese nos compartirá de su gloria.

¿No te parece sumamente maravillosa esa definición de gracia? Gracia es eso, dar sin esperar, dar sin merecer, sencillamente dar.

Existe un amplio campo esperando ser cosechado por tu bondad, esta es un área que debes aprender a desarrollar primeramente en la intimidad de tu hogar, debes ser buena con aquel varón que escogiste, aunque él te de mal, estás diciendo entonces que, si estoy casada con un tirano, ¿estoy condenada a vivir una vida así, ¿eso es lo que Dios quiere para mí?

Recordemos lo que dice 1 de Pedro 3:1b para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.

¡Glorifica a Dios en tu matrimonio! Glorifícalo allí en el momento en el que sientes que tus fuerzas se van, glorifícalo cuando sumida en lágrimas puedes decirle que eres débil y El podrá mostrarte cuan fuerte es El, recuerda la respuesta que el Señor le dio a Pablo en un momento en el que él estaba probablemente agotado de orar por su aguijón incesablemente: ¿Acaso no te basta mi gracia? ¿No es acaso mi gracia suficiente para continuar? ¿No es mi esperanza mayor que cualquier otra cosa terrenal a la cual puedas aferrarte?
¡Así que Glorifícale en todo momento, en los buenos tiempos y en los malos aún más!

Este es un mundo que nos enseña a ser egoístas, que nos enseña a pensar solamente en nosotros, gran parte del mensaje feminista es ese, piensa en ti, vive para ti, haz lo que tú quieras, pero ese mi querida hermana, no es el mensaje de Cristo:

Mateo 16:25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
Mateo 16:24 (RVR1960)
 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Este versículo me recuerda algo curioso, en algún tiempo solía llamar a mi esposo cariñosamente (ironía) mi cruz y bueno a la larga terminaba considerando que así era, hoy por la misericordia de Dios me doy cuenta cuan equivocada estaba.

Para mí la imagen gráfica de este versículo hoy día es esta:
Cuando Jesús iba caminando hacia el monte donde iba a ser crucificado, el llevaba sobre sus hombros aquel instrumento en el que iba a morir, para él fue doloroso, seguramente muy incómodo, fue pesado…

Cuando Jesús nos llama a morir por Él, a renunciar a nosotros mismos, a negarnos nos está invitando a que recorramos ese camino con Él, el camino de la cruz. Y cuál es entonces nuestra cruz, pues es todo aquello que nos cuesta dejar, nuestros egos, nuestras envidias, nuestras rencillas, nuestros ídolos, es todo aquello que hace pesado este caminar con Cristo, es todo aquello que debemos dejar atrás para levantarnos como una nueva criatura, es todo aquello con lo cual no lucharemos más, cuando estemos en su presencia.

Así que el primer paso para comenzar a cultivar la bondad en nuestra vida es comprender que el Señor nos llama a negarnos a nosotras mismas y nos anima a vivir la vida que Él vivió, una vida haciendo el bien a los demás. Solo un corazón tan bueno como el del Señor Jesús seria capas de sanar la oreja de aquel que venía a llevarlo a rastras preso a mitad de la noche.

“Haz todo el bien que puedas, por todos los medios que puedas, de todas las formas que puedas, en todos los lugares que puedas, cada vez que puedas, a todos los que puedas, tanto como puedas” Juan Wesley

Una mujer que le da bien a su esposo y no mal, es una mujer que vive con su vida misma la gracia, es una mujer que da, no porque espere algo a cambio, da porque ella recibió amor sin merecerlo, recibió perdón cuando ni siquiera reconocía la terrible magnitud de su pecado.

Una mujer buena, derrama en su hogar lo que ella misma recibió en la cruz.


miércoles, 12 de julio de 2017

Santidad en el día a día


SANTIDAD EN EL DÍA A DÍA
Por Aranza Erazo

Hace casi siete meses cumplí veintidós años y especialmente, llamó mi atención un mensaje que recibí: “¡Que Dios te ayude a perseverar en oración y santidad!” Vaya frase, que Dios me ayude a perseverar en oración y santidad. Hasta hoy, perseverar en oración y santidad sigue siendo una petición personal y de corazón, aunque por la gracia de Dios he crecido en santidad, no ha sido fácil.

Las palabras de este mensaje siguen haciendo eco en mi mente: perseverar, oración, santidad. Son palabras fuertes, significativas y desafiantes. A decir verdad, perseverar en oración y santidad es la meta de todo cristiano y particularmente hoy día, creo que es más difícil que tiempo atrás ¿Por qué? Por las múltiples distracciones a escasos clics de distancia y el mal manejo del tiempo.

Sin embargo, el mensaje de Dios es clarísimo y no cambia: “Seguid… la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14, énfasis añadido) y “… la voluntad de Dios es vuestra santificación” (1 Tesalonicenses 4:3).


Santidad y santificación
Santidad y santificación, dos términos teológicos altamente profundos sobre los cuales debemos meditar con frecuencia. Precisamente, quiero compartir una guía práctica hacia la santificación que he estuve estudiando del libro de John Piper, Sanctification in the Everyday, el acrónimo que estás por leer te será de ayuda en tu tiempo devocional y en momentos de tentación (oportunidades de evangelizar, pureza mental, emociones opuestas a Dios, enfrentar una mala noticia, etc.)


AOCAA
  Admite
     Admite que separado de Cristo nada puedes hacer.

·         Sin Cristo, ni tu ni yo existiríamos. Juan 1:2-3 dice de Cristo “Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.  De la nada, Jesús te creó y sin él, no existirías.
·         Sin el sustento de Cristo, desaparecerías. Colosenses 1:17 dice “Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;”. Cada respiración y latido de tu corazón se lo debes a Cristo. Sin su sustento y poder, estás completamente indefensa.
·         Sin Cristo, no habría virtud alguna en ti. 1 Corintios 2:14 nos dice “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. Hasta que el Espíritu de Cristo invada tu ser, nos repugnan las cosas espirituales. Por tanto, sin el poder renovador de Cristo somos completamente incapaces de amar a Dios y vivir para Él.

Oremos al Padre clamando, Dios, no puedo hacer nada sin ti. Sin Cristo, ni siquiera existiría y tampoco podría respirar. No podría conocerte ni amarte ni dar fruto en lo que estoy por hacer.

Este es un gran acto de humildad. Andar en fe y caminar en el Espíritu comienzan por admitir nuestra total incapacidad.

    Ora
¡Ora por la ayuda de Dios! Dios te ayuda, Dios merece la gloria. 2 Corintios 12:9 dice Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

    Confía
Confía en una promesa de Dios para tu necesidad. De esta forma, la acción que estás por tomar se convierte en un acto de fe. Vivir por fe significa superar los obstáculos a la obediencia al confiar en las seguras promesas de la ayuda de Dios. Un acto de fe sucede cuando la fuerza para vivir en santidad viene al confiar en una promesa de Dios. Cada mañana, busca una promesa para meditar durante el día. Aquí están algunas que puedes llevar contigo:

Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Romanos 8:32  El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

 Actúa
El Espíritu de Dios transforma tu voluntad. Una vez admites que sin Dios nada puedes hacer, clamas por su ayuda, y confías en alguna promesa, sigue adelante, ¡actúa! En este preciso acto Cristo confiarás en Cristo, recibirás Su ayuda, servirás a los demás y Dios recibirá la gloria.

 Agradece
Agradece por el bien que está por llegar. Esto es lo que naturalmente harás si 1 Pedro 4:11 realmente ha sucedido: servirse del poder que Dios da. Dios da el poder, Dios recibe la gloria.
Mujer cristiana, sé una mujer cristiana: camina por fe, anda en el Espíritu, sírvete del poder que Dios te da. Por ende, vive de tal manera en que puedas confiar en Cristo, recibas su ayuda, sirvas a los demás y Dios reciba la gloria.

Tener esta guía práctica de santidad puede ser fácil de memorizar y aunque gracias al estudio de la Palabra sabemos hacia donde debemos fijar los ojos y encaminar nuestras acciones, vivir en santidad sigue siendo desafiante. De corazón, para que puedas perseverar, te animo a que tu tiempo devocional sea significativo. Aparta y agenda un momento para orar donde puedas concentrarte, no dejes de congregarte y busca en tu Iglesia local a un grupo pequeño de mujeres cristianas y comparte con ellas sobre tu caminar cristiano. Compartir con ellas sobre tus aflicciones, tentaciones,  pecados y también rendir cuentas entre sí será de gran ayuda para caminar en santidad. Ante todo, recuerda que la comunión entre hermanas es un medio de gracia dado por el Señor para nuestra santificación en este peregrinaje.

El apóstol Pablo le escribe a Timoteo, Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. (énfasis añadido).

Ante todo, recuerda que todo bien que hagamos y toda perseverancia en nuestra fe que alcancemos, se la debemos a Aquel que es digno de toda nuestra alabanza: Cristo, nuestro salvador.

P.D. Aprender a orar bíblicamente es una gran necesidad. Aquí comparto contigo una serie de mensajes sobre el tema. Toma apuntes y sobre todo, ¡ponlo en práctica! Si crees que no tienes tiempo, te invito a que durante las próximas dos semanas hagas un ayuno de redes sociales. Verás cuanto tiempo desperdiciamos en lo temporal.

Mateo 6:9 El Dios Al que Oramos (Primera Parte)
Mateo 6: 9b El Propósito de la Oración: Primera Petición.

Mateo 6: 10a Segunda Petición: Venga Tu Reino

Mateo 6: 10b Tercera Petición: Hágase Tu Voluntad

Mateo 6: 11-12; 14-15 Padre Nuestro: Las Necesidades del Creyente

Mateo 6: 13 Sexta Petición: Sobre La Tentación y el Maligno





viernes, 9 de junio de 2017

Y que hago con el propósito de ser ayuda Idónea en la soltería?


¿Si fuimos creadas con el propósito de ser una ayuda idónea entonces cuál es mi papel como mujer soltera?
Esta es una pregunta que probablemente te has hecho, pues generalmente la literatura para mujeres cristianas se centra en el papel de ayuda idónea o en la maternidad, pero que hay con aquellas mujeres que no se encuentran en ninguna de estas dos etapas, que hay con las mujeres solteras, aquellas que enviudaron o aquellas que han tenido que vivir un divorcio.

La respuesta es sencilla, si bien fuimos creadas como ayuda idónea y la Palabra nos muestra que el Señor nos creó como complemento de Adán; por encima de ese rol, fuimos creadas con el mismo propósito con el que el Señor creo todo cuanto hay:
Fuimos creadas para su Gloria, para darle honra y gloria a nuestro creador.

La pregunta número 1 del catecismo menor de Westminster lo define así:
¿Cuál es el fin principal del hombre? Glorificar a Dios y gozar de Él para siempre.

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Romanos 11:36 RVR1960
Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
1 corintios 10:31 RVR1960
Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Salmos 73:26 RVR1960

Romanos, corintios y salmos nos dejan ver claramente cuál es nuestro propósito independientemente de la situación en la que nos encontremos y cuál debe ser nuestro fundamento.
Nuestra roca siempre debe ser Cristo y nuestro propósito Glorificarle.

¿Entonces como cumplo con ese llamado mientras espero al hombre que el Señor tiene para mi vida?
La respuesta está en 1 Corintios 10:31 haciendo cada cosa que hagas para la gloria de Dios, ¿estudias? Hazlo para el Señor, ¿trabajas? Hazlo para el Señor, ¿estás al cuidado de tus padres ancianos? Hazlo para el Señor.

¿Y que pasa si aquel hombre no llega?
El propósito de vida de una mujer no debe centrarse en si se casa o no, su vida no puede girar en torno a ello, pues estaría cometiendo un pecado gravísimo, recuerda que cualquier cosa que tome el lugar de Dios es, idolatría.
Tu vida no puede depender de nada diferente a Cristo, de él debe venir tú paz, tu fortaleza, tu seguridad.
De manera que cualquiera que sea tu situación puedas afirmar como el apóstol Pablo: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:12-13 RVR1960
El corazón de una mujer debe estar confiado en su Señor, nuestros ojos deben estar centrados en la eternidad, una mujer puede cultivar un gran vacío en su vida y llenar su corazón de amargura si espera que la plenitud, felicidad, paz y amor que tanto anhelan vengan ya sea de un hombre, de una profesión o de cualquier cosa que no sea Dios.

¿Cómo puedo servirle entonces al Señor siendo una mujer soltera?
Existen muchas formas de servirle al Señor siendo una mujer soltera, es más, es un tiempo maravilloso porque nuestras energías y nuestro tiempo se pueden enfocar plenamente en este servicio.

Muchas mujeres de iglesias reformadas se preguntan en qué áreas pueden servir, aparte de la escuela para niños, o el coro de la iglesia; querida hermana déjame decirte que la mies es mucha y pocos los obreros, no necesariamente necesitas trabajar en un ministerio al interior de tu iglesia para servirle al Señor, porque la iglesia de Cristo se expande mucho mas allá de esa edificación en la que nos congregamos los Domingos.

Cuando nuestras iglesias crecen, comienzan a llegar muchas personas que a veces por su timidez no pueden establecer relaciones de amistad fácilmente, que tal si comenzamos por ser un poco más detallistas y nos fijamos quien ha llegado por primera vez a la iglesia o quien viene hace poco, para que nos acerquemos y establezcamos una conversación que le haga sentir acogida y bienvenida.
¿Sabes si hay hermanas mayores que necesiten de tu compañía, de tu ayuda o a las que puedas servirles de alguna manera?

¿Conoces alguna joven mama, que pueda estar requiriendo ayuda con sus niños para asistir tranquilamente a una cita médica?

¿Conoces algún hogar de ancianos a los que puedas ofrendarles de tu tiempo para compartir con ellos y enseñarles de la Palabra?

Si somos cuidadosas mirando a nuestro alrededor encontraremos que hay muchas áreas en las que podemos servir.

¿Si soy una mujer soltera y sin hijos, como puedo cumplir con el llamado de Tito 2:3-5 de Instruir a mujeres más jóvenes?
El tiempo que el Señor nos regala es para crecer en su conocimiento, para meditar en la Palabra y para poner por obra todo aquello que aprendemos, así que una mujer piadosa tiene mucho que enseñar a una mujer joven, puede enseñarle a amar al Señor con todo su corazón con toda su mente y con todas sus fuerzas y como dice la palabra, puede enseñarle también a amar a su prójimo como a sí misma.

Una mujer soltera puede enseñar a otra acerca de la prudencia, acerca de la fe, de la paciencia, puede consolar, animar, exhortar a través de la Escritura.

Puede enseñar a través de su vida misma como se vive para los demás, como se aprende a morir a nuestros propios intereses poniendo a los demás como superiores a nosotros mismos.
Así que no importa en qué época de tu vida te encuentres, no importa si eres una mujer soltera joven o mayor, o si tu nido ahora está vacío, lo que es realmente importante es que Ames al Señor con todo tu corazón, que él sea el Señor de tu vida, que medites diariamente en la Escritura, que vivas conforme a la Palabra, que tu vida crezca día a día en santidad y que puedas derramar de la misericordia y el amor de Cristo a todo aquel que te rodee.