SIENDO UNA MUJER DISCIPLINADA
15 Se levanta aun de noche Y da
comida a su familia Y ración a sus criadas.
Una
mujer disciplinada, establece horarios, prioridades y da lugar a lo realmente
importante.
Es
una mujer que no es dada a la pereza o al sueño, Proverbios 19:15 (RVR1960) La pereza hace caer en profundo sueño, Y el
alma negligente padecerá hambre.
Es
una mujer que sabe que debe aprovechar bien su día y por eso se levanta desde
muy en la mañana a preparar todas las cosas, alimenta a su familia y también a
sus criadas, si esta mujer bien tenia colaboradoras en su casa, no era una
mujer atenida, ella no les pedía a sus empleadas nada que ella misma no pudiera
hacer también, se preocupaba por el bienestar de todos.
Una
mujer que cultiva la disciplina en su vida, se exige, tiene la capacidad de
organizar su día, su semana, puede establecer un tiempo para estudiar la
Palabra, un tiempo para su oración. Ella sabe cuán importante es enseñar esa
disciplina a sus hijos por ello también destina tiempo para enseñarles la
Palabra, para enseñarles a orar.
17 Ciñe de
fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.
Esta
expresión nos deja ver que esta es una mujer que siempre está preparada y
dispuesta, ceñir los lomos era equivalente a recogerse el vestido estar
preparada para alguna actividad que requería movimiento y prontitud. Esta era
una mujer trabajadora. “Ceñir” significa rodear o envolver con una faja o
cinturón. En los tiempos de la Biblia tanto los hombres como las mujeres usaban
vestidos o túnicas. Si la túnica no tenía cinturón, interfería con la habilidad
de la persona de andar libremente.
La
mujer virtuosa tiene una reserva de fuerza interior que puede energizarla y
capacitarla para realizar tareas que requieren de mucho esfuerzo físico. Ella
no está debilitada por la pereza o haraganería, sino que es un hermoso ejemplo
de diligencia y laboriosidad. George Lawson la describe de esta manera: “Tal
como el óxido se apega al metal que se usa rara vez, así la indolencia o
desgano ponen óxido en las fuerzas del cuerpo y la mente; y las personas
ociosas esas excusas para su conducta que al principio son meros pretextos. La
mujer virtuosa es de temple muy diferente. Ella no rehúsa nada de su
responsabilidad por aversión al trabajo; y al ejercer su fuerza con alegría,
ella la aumenta. Su labor le da salud y vigor, y presteza para acometer nuevas
tareas, de modo que ella puede realizar con facilidad y tranquilidad las tareas
que a otras mujeres les parecen imposibles. (Comentario en Proverbios)”.[1]
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