SIENDO UNA MUJER EMPRENDEDORA
Proverbios 31:14 Es como nave de
mercader; Trae su pan de lejos.
Nave
de mercader…. Esa imagen trae a mi mente un barco que va una y otra vez a un
puerto supliendo las necesidades de esa región, trayendo alimentos, vestidos,
animales, para que la ciudad en la que ancla pueda deleitarse con esas
provisiones.
Las
mujeres tenemos la habilidad dada por Dios de hacer muchas cosas a la vez, de
tener una mente que puede procesar gran cantidad de información al mismo
tiempo, somos como esas naves que van y vienen, las cuales son impulsadas por
el viento del amor que sopla en sus velas.
Muchas
mujeres creen que la única forma de trabajar y suplir para su casa es a través
de un trabajo en una empresa fuera de casa, cada situación es particular y de
ninguna manera estoy condenando a aquellas mujeres que tienen que salir de su
hogar para trabajar, porque insisto cada hogar tiene sus situaciones
particulares.
Algunas
mujeres se sienten frustradas porque tienen una profesión y sienten que
realmente desperdiciaron sus esfuerzos y dinero en esa preparación si al
casarse van a quedarse en casa, ¡cuán equivocadas están!
Miremos
la imagen que nos da ese versículo, es
como nave de mercader, trae su pan de lejos y demos un vistazo a los
siguientes versículos:
16 Considera la heredad, y la
compra, Y planta viña del fruto de sus manos.
18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso, Y sus
manos a la rueca.
22 Ella se hace tapices; De lino
fino y púrpura es su vestido.
24 Hace telas, y vende, Y da
cintas al mercader.
Como
vemos en estos versículos esta es una mujer que sabe aprovechar muy bien su
día, se levanta temprano, se acuesta tarde, está activa siempre, no pierde
horas valiosas del día frente al televisor, o durmiendo, tampoco pasa horas
perdiendo el tiempo en el celular o el internet, ella es una mujer que
emprende, que administra bien su tiempo.
Esta
no es una nave anclada viendo cómo pasan los días a su alrededor, es una mujer
activa, que aprovecha lo que sabe y administra bien su tiempo para desarrollar
actividades que permiten que su hogar genere ingresos extras, tendiendo claro
siempre que su prioridad es la buena administración de su hogar.
Ella
es una buena administradora, tiene una buena visión de los negocios, pone a
producir los recursos que tiene a su mano, cultiva, cose, lleva las finanzas de
su hogar en orden, ahorra, maneja un presupuesto, paga sus cuentas, es una
mujer previsiva.
Mira
cuantas habilidades y talentos tiene esta mujer que pone al servicio de su
familia y de su comunidad, proveyendo para su casa:
Es
una buena negociante, hila, procesa la lana para hacer con ella otros
elementos, hace tapices, vestidos, hace telas y cintas, no solamente abriga y
viste hermosamente a su familia, sino que también las pone en venta.
Los
materiales que la escritura menciona que esta mujer trabajaba no solamente
requerían un esfuerzo en su proceso ella hilaba en su rueca (El hilado de
fibras consiste en transformar la fibra en hilo. ... Hilar es retorcer varias
fibras cortas a la vez para unirlas y producir una hebra continua; cuando se
hilan (retuercen) filamentos largos se obtienen hilos más resistentes, llamados
también «hilaza» o «hilados».)
Sino
que también eran materiales de altísima calidad, lino, purpura, esto nos deja
ver que ella buscaba los mejores materiales para su casa y ofrecía también la
mejor calidad en lo que hacía.
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Ella puede haber incorporado a algunos de sus hijos para ayudarle en este
trabajo. Ella entregaba estos bienes a los mercaderes o comerciantes. Estos eran
mercaderes fenicios, de acuerdo con el significado de la palabra hebrea. Los
fenicios eran conocidos por su negocio y comercio y su habilidad como
navegantes. La mujer virtuosa proveyó
una fuente de ingresos para su familia por medio de su negocio.
“Mientras que otras mujeres empobrecen a sus
maridos comprando, ella enriquece a su marido vendiendo esos valiosos productos
que tienen continua demanda” (George Lawson, Comentario en Proverbios). “Es
solo el orgullo y la indolencia modernos que han introducido la idea de que es
inconsistente con la dignidad de una dama obtener ganancia con la fabricación
de sus propios artículos. Esta mujer virtuosa, aunque su marido se sentaba
entre los ancianos, no piensa que es un descrédito, sino un honor hacer lino
fino y cinturones para vender; y los sabios la alaban por ello” (George
Lawson).
Cuantas
cosas podemos hacer desde casa para apoyar a nuestros esposos, cuantas cosas
pueden hacer nuestras propias manos que nos permitan mejorar la economía del
hogar y la calidad de vida de nuestra familia.
Cocinas,
pintas, coses, eres contadora, etc. Cualquier cosa que hagas realízalo para la
gloria de Dios y permite que a través de los talentos que él te ha dado tú
puedas ser de bendición para tu familia.
En
nuestra sociedad moderna, computarizada, electrónica y saturada de
entretenimiento, hemos perdido el arte de trabajar con nuestras manos. Muchas
mujeres no disfrutan haciendo vestidos con sus manos. Prefieren deleitarse
comprando ropa en el mall, dañando así el presupuesto familiar. En lugar de
aprender de sus madres como coser y tejer a palillos y tejer a crochet y
remendar, muchas niñas están demasiado ocupadas viendo televisión o jugando con
el computador. Lamentablemente, muchas madres tampoco saben cómo hacer estas
cosas y no podrían enseñar a sus hijas, aunque quisieran.
Recuerda,
una mujer virtuosa no es una mujer demandante, es una mujer que da.
Muy
lejos de la imagen de la mujer virtuosa esta la mujer fanática a las compras, a
las tarjetas de crédito que ve a su esposo como su cajero automático, que
demanda constantemente, que despilfarra y que aparte de eso es una mujer ociosa.