SANTIDAD EN EL DÍA A DÍA
Por Aranza Erazo
Hace
casi siete meses cumplí veintidós años y especialmente, llamó mi atención un
mensaje que recibí: “¡Que Dios te ayude a perseverar en oración y santidad!”
Vaya frase, que Dios me ayude a
perseverar en oración y santidad. Hasta hoy, perseverar en oración y
santidad sigue siendo una petición personal y de corazón, aunque por la gracia
de Dios he crecido en santidad, no ha sido fácil.
Las palabras de este mensaje
siguen haciendo eco en mi mente: perseverar,
oración, santidad. Son palabras fuertes, significativas y desafiantes. A decir
verdad, perseverar en oración y santidad es la meta de todo cristiano y
particularmente hoy día, creo que es más difícil que tiempo atrás ¿Por qué? Por
las múltiples distracciones a escasos clics de distancia y el mal manejo del
tiempo.
Sin embargo, el mensaje de
Dios es clarísimo y no cambia: “Seguid…
la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor” (Hebreos 12:14, énfasis añadido) y “… la voluntad de Dios es vuestra
santificación” (1 Tesalonicenses 4:3).
Santidad y santificación
Santidad y santificación, dos
términos teológicos altamente profundos sobre los cuales debemos meditar con
frecuencia. Precisamente, quiero compartir una guía práctica hacia la
santificación que he estuve estudiando del libro de John Piper, Sanctification
in the Everyday, el acrónimo que estás por leer te será de ayuda
en tu tiempo devocional y en momentos de tentación (oportunidades de
evangelizar, pureza mental, emociones opuestas a Dios, enfrentar una mala
noticia, etc.)
AOCAA
Admite
Admite que separado de Cristo nada puedes hacer.
·
Sin Cristo, ni tu ni yo existiríamos. Juan
1:2-3 dice de Cristo “Este era en el principio
con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho”. De la nada, Jesús
te creó y sin él, no existirías.
·
Sin el sustento de Cristo, desaparecerías.
Colosenses 1:17 dice “Y él es antes de
todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;”. Cada respiración y
latido de tu corazón se lo debes a Cristo. Sin su sustento y poder, estás
completamente indefensa.
·
Sin
Cristo, no
habría virtud alguna en ti. 1 Corintios 2:14 nos dice “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente”. Hasta que el Espíritu de Cristo invada tu ser, nos
repugnan las cosas espirituales. Por tanto, sin el poder renovador de Cristo
somos completamente incapaces de amar a Dios y vivir para Él.
Oremos al Padre
clamando, Dios, no puedo hacer nada sin
ti. Sin Cristo, ni siquiera existiría y tampoco podría respirar. No podría
conocerte ni amarte ni dar fruto en lo que estoy por hacer.
Este es un gran acto de
humildad. Andar en fe y caminar en el Espíritu comienzan por admitir nuestra total
incapacidad.
Ora
¡Ora por la ayuda de Dios! Dios te ayuda, Dios
merece la gloria. 2 Corintios 12:9 dice Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque
mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré
más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Confía
Confía en una promesa de Dios para tu
necesidad. De esta forma, la acción que estás por tomar se convierte en un acto
de fe. Vivir por fe significa superar los obstáculos a la obediencia al confiar
en las seguras promesas de la ayuda de Dios. Un acto de fe sucede cuando la
fuerza para vivir en santidad viene al confiar en una promesa de Dios. Cada
mañana, busca una promesa para meditar durante el día. Aquí están algunas que
puedes llevar contigo:
Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo
soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia.
Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por
todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Actúa
El Espíritu de Dios transforma tu voluntad. Una vez admites que
sin Dios nada puedes hacer, clamas por su ayuda, y confías en alguna promesa,
sigue adelante, ¡actúa! En este preciso acto Cristo confiarás en Cristo,
recibirás Su ayuda, servirás a los demás y Dios recibirá la gloria.
Agradece
Agradece por el bien que está por llegar. Esto es lo que
naturalmente harás si 1 Pedro 4:11 realmente ha sucedido: servirse del poder que
Dios da. Dios da el poder, Dios recibe la gloria.
Mujer cristiana, sé una mujer cristiana: camina por fe, anda en el
Espíritu, sírvete del poder que Dios te da. Por ende, vive de tal manera en que
puedas confiar en Cristo, recibas su ayuda, sirvas a los demás y Dios reciba la
gloria.
Tener esta guía práctica de santidad puede ser fácil de
memorizar y aunque gracias al estudio de la Palabra sabemos hacia donde debemos
fijar los ojos y encaminar nuestras acciones, vivir en santidad sigue siendo desafiante.
De corazón, para que puedas perseverar, te animo a que tu tiempo devocional sea
significativo. Aparta y agenda un momento para orar donde puedas concentrarte, no
dejes de congregarte y busca en tu Iglesia local a un grupo pequeño de mujeres
cristianas y comparte con ellas sobre tu caminar cristiano. Compartir con ellas
sobre tus aflicciones, tentaciones, pecados y también rendir cuentas entre sí será
de gran ayuda para caminar en santidad. Ante todo, recuerda que la comunión
entre hermanas es un medio de gracia dado por el Señor para nuestra
santificación en este peregrinaje.
El apóstol Pablo le escribe a Timoteo, Huye también de las pasiones
juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de
corazón limpio invocan al Señor. (énfasis añadido).
Ante todo, recuerda que todo
bien que hagamos y toda perseverancia en nuestra fe que alcancemos, se la
debemos a Aquel que es digno de toda nuestra alabanza: Cristo, nuestro
salvador.
P.D. Aprender a orar
bíblicamente es una gran necesidad. Aquí comparto contigo una serie de mensajes
sobre el tema. Toma apuntes y sobre todo, ¡ponlo en práctica! Si crees que no
tienes tiempo, te invito a que durante las próximas dos semanas hagas un ayuno
de redes sociales. Verás cuanto tiempo desperdiciamos en lo temporal.
Mateo 6:5-8
Introducción a la Oración Modelo https://www.youtube.com/watch?v=PRr5KeRLUAE&list=PLR5PS1hJL-kKLkehjM6WEMlOb2Uj8bV6J&t=158s&index=11
Mateo 6:9 El Dios Al que Oramos (Primera Parte)
Mateo 6: 9b El Propósito de la Oración: Primera Petición.
Mateo
6: 10a Segunda Petición: Venga Tu Reino
Mateo
6: 10b Tercera Petición: Hágase Tu Voluntad
Mateo
6: 11-12; 14-15 Padre Nuestro: Las Necesidades del Creyente
https://www.youtube.com/watch?v=8EWMethWAYc&list=PLR5PS1hJL-kKLkehjM6WEMlOb2Uj8bV6J&t=2431s&index=16
Mateo
6: 13 Sexta Petición: Sobre La Tentación y el Maligno
Imagen tomada de: https://stocksnap.io/photo/8GKUZYXZO3