Cada fin de
año trae consigo, promesas, propósitos, metas, reflexiones... en fin finaliza
un año y es como si emprendiéramos un nuevo viaje, como si finalizara
una parada más en este peregrinar por esta tierra; Y es que con cada año nuevo
que llega tenemos una nueva oportunidad de hacer nuestra maleta, esa
maleta que nos acompañara 365 días si el Señor nos concede vivirlos.
La pregunta
para este nuevo año es, que vas a llevar en esa maleta y hacia donde te vas a
dirigir?
Vas a seguir
corriendo tras el viento en esa carrera desenfrenada que nos impulsa el
sistema, para alcanzar logros, posiciones, dinero, status y todas esas cosas
que de ninguna manera compraran tu felicidad y que mucho menos
te darán tu salvación?
Ni siquiera
el hombre más rico del mundo con todo su oro, petróleo y dinero lograra
influenciar a Dios para tener lo que solo por gracia podemos recibir: Una nueva
vida en Cristo Jesús. Mateo 16:26
Tu maleta en
este viaje de que estará llena? de amargura, de insatisfacción,
de odio, de rencor? Sin dudas será una maleta muy pesada y
sumamente difícil de llevar, hará pesados tus días, te dejara sin
fuerzas.
Mateo
11:28-30, vacía tu maleta, descárgala de todo aquello que te ha hecho un peso
innecesario, llénala de lo único que te será útil en este viaje: llénala de la
palabra de Dios, llénala de su sabiduría, de su compasión, de su amor, de su
misericordia; y que en vez de ser una maleta difícil de cambiar se convierta en
una cesta abierta con mil cosas para dar.
Vas a
trazarte metas y proyectos este año? Cuántos de ellos involucran a Dios y al
conocimiento de su palabra? Esta dentro de tus metas para este 2015 comenzar un
estudio bíblico?, o ejercitar tu disciplina leyendo la escritura diariamente? Te
has propuesto tener un tiempo diario de oración sin interrupciones?
Creo que
este es un buen momento para evaluar qué es lo que estamos poniendo como
prioridad en nuestra vida, pues esto marcara el rumbo que ella siga, Mateo 6:21;
de manera que aquello que sea la prioridad en nuestros propósitos o metas de
este nuevo año, sin duda será lo que lleve las riendas de nuestra vida estos
365 días que tenemos por delante.
Mi meta es
la sabiduría que el Señor puede darme Santiago 1:5, tener la disciplina que
requiero para acercarme más a él, para conocerle más, para aprender más y más
de su palabra, sin duda que otra de mis metas será organizar mejor mi tiempo y
mis horarios para tener diariamente un tiempo de oración, lectura y estudio de
la palabra.
Anhelo también
poder servirle a través de este blog y de muchos otros proyectos que aún están en
sus manos.
Por eso mi invitación
con esta entrada, es que dejemos atrás esos propósitos que regirán al mundo
este año y que nos concentremos en un solo propósito: hacer que en cada uno de los días que él nos regale, él se vea
glorificado y exaltado, que podamos ser esa sal y luz que nuestro mundo tanto
necesita.